Y la vaina no se acaba…

Tal como lo señala William Ospina en su reciente obra, “Pa que se acabe la Vaina”, “…la única justicia efectiva… es aquella que previene los males y se esfuerza por impedir que los hechos injustos ocurran”.

“Nunca segundas partes fueron buenas”

Cuando el bachiller Sansón Carrasco hablando con Sancho en las antañosas páginas del Quijote, sentenciosamente le decía a éste que “nunca segundas partes fueron buenas”.

“Se nos salieron de las manos, ¿Qué quieren que hagamos?”

Con la captura de los documentos de alias “el paisa”, -cabecilla de la “Teófilo Forero”-, entre los que se encontraron planes para atentar contra el expresidente Uribe y el Fiscal Montealegre quedó en evidencia -y bien de bulto- el argumento que a no dudarlo, futuramente usará la narcoguerrilla para justificar con desparpajo “la firma de la paz con la continuación de la guerra”.

En busca de nuestra identidad, un valioso registro histórico

Álvaro Cuartas Coymat inquieto historiógrafo de la comarca, armado de la paciencia que distingue a los exitosos pesquisidores, se dio a la tarea de “reburujar” entre las curiosidades bibliográficas del Banco de la República.

¿Si tendremos “una segunda oportunidad sobre la tierra”?

Como cualquier lector, por desprevenido que sea lo puede comprobar, no pasa día en que los diarios o revistas de opinión, al igual que los noticieros y los rumores callejeros, no registren hechos de violencia, sangre, asaltos, secuestros, actos de corrupción, desfalcos y transgresiones sin cuento de la ley, ocurridos dentro de las fronteras de nuestra patria inmortal.

Detrás del diálogo viene la trampa

La falta de claridad que ha sido la principal característica del actual mandatario y el elemento tipificante de este gobierno, nos genera temor de cara a lo que pueda incidir en las conversaciones que durante 13 largos meses se han venido realizando, que no adelantando, con la farc en Cuba.