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Hoy se conmemora los cuatro siglos de su fundación, momento adecuado, para expresar la magia de los sueños y la esperanza que aún vive, en el corazón de los Ibaguereños.
Una ciudad sin zonas de sombra y de peligro
que ofrece a los jóvenes
el ejercicio pleno
para acceder a la ciudadanía
donde se materializan las luchas
por todas las causas solidarias
Ciudad donde se disfruta el atardecer
que no logra esconder los edificios
y el natural deleite de los hermosos paisajes
que no han sido talados, por la urgencia
del urbanizador
Ciudad donde sus espacios abiertos
parques, plazoletas, avenidas y andenes
son zonas para el paseo, la tertulia, la relación cordial,
como espacios limpios, luminosos, agradables
donde la fragancia de sus jardines son perfume espiritual
Cuando el Parque Bolívar honre
la memoria del Libertador en su pedestal de gloria
haciendo visible su grandeza
en los tribunales de la historia
Cuando el Parque Murillo Toro
recobre su plena identidad como patrimonio
que va tejiendo la cultura
en el fomento de las practicas artísticas
como activo social de los Tolimenses
Cuando la Plazoleta Santa Librada
con la monumental Dulima
con sus mitos y leyendas, sea reconocida
como activo social
de nuestra raza nativa.
Cuando el Pueblito Tolimense
patrimonio tradicional de El Salado
surja, con toda la riqueza de su autenticidad
y como expresión del alma
y la fuerza del espíritu del Gran Tolima
Cuando la Universidad, y las instituciones educativas
se abran al dialogo y construyan una pedagogía de paz
en contextos de violencia, pobreza y desamor
Cuando surja una ética periodística
con prensa independiente, crítica
que recupere la legitimidad perdida,
y silencie los tambores de violencia
Cuando la calle peatonal
encienda sus luces al caer la tarde
la música espontanea, corre libremente
en cada esquina, recordando a los Ibaguereños
su Ciudad Musical.
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