Virtualidad, una realidad

Óscar Barreto Quiroga

En épocas de pandemia son muchas las reflexiones, el aprendizaje y la adaptación, a las cuales llegamos después de analizar las mega tendencias y tendencias, estos escenarios novedosos nos permiten determinar que los comportamientos sociales han cambiado, así como las dinámicas económicas y los procesos para activar la sociedad de manera eficiente.
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Algunos usan las redes sociales para, como dijo el expresidente Obama en su reciente visita a Colombia, “la mentira”, otros para destruir o imponer su criterio o sencillamente para buscar beneficio y así satisfacer sus intereses.

La virtualidad es una realidad latente en todos los escenarios de la cotidianidad de los ciudadanos, es una herramienta poderosa que nos ha permitido en esta crisis, dar cuenta de unas nuevas formas eficientes y menos costosas de acceder a la educación de alta calidad, evitar traslados o reuniones presenciales, sintetizar procesos, ganar tiempo, hacer negocios, comprar, vender, en fin, un universo entero de posibilidades, que mejoran la calidad de vida, si se saben utilizar adecuadamente.

Reconozco en el presidente Duque, el enorme esfuerzo que ha hecho en materia de apropiación digital, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, son estrictamente necesarias en nuestro modelo pedagógico y para la productividad, pero aun nos falta mucho, en colegios del Tolima tenemos un computador por cada 8.2 estudiantes, de acuerdo al índice departamental de competitividad en el pilar de adopción de TIC, estamos en el puesto 13 de 33 y en el índice de competitividad regional 2019 tiene un puntaje de 5 sobre 10 ocupando el puesto 14, en estas cifras es bueno destacar que solo el 32.10% de los hogares cuentan con computador y solo el 11% de la población tolimense, cuenta con internet de banda ancha, lo que dista mucho de una realidad positiva y sobre la cual los gobiernos locales y regional deben trabajar e invertir de manera importante y urgente.

Ya sabemos la importancia de la virtualidad para la educación, la productividad y el desarrollo social, entonces manos a la obra, no podemos seguir esperando y pensando como subdesarrollados, aprovechemos la crisis para tomar acciones contundentes y determinantes que nos construyan un presente y futuro próspero, basado en escenarios reales y alejados del discurso que todo lo adorna y no hace nada.

ÓSCAR BARRETO QUIROGA

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