Inclusive el mismo arreglo institucional es poco coherente y en ocasiones indefinido lo que ha conllevado a que los problemas se agraven bajo la mirada incrédula de los ciudadanos que no entienden para que elijen un alcalde si este no posee mayores herramientas de gestión y autonomía.

Un ejemplo de dicha situación tiene que ver con la responsabilidad de resolver problemas de pavimentación de vías terciarias y barriales. Otro, es la reciente dificultad de financiar el transporte y desayunos escolares causado por la reforma a las regalías.

Y qué no decir de la asistencia técnica agropecuaria, la cual ha estado al vaivén de diversas posiciones tecnocráticas del gobierno nacional alejadas de la realidad local.

Desde hace varios años se está presentando poca claridad sobre quien asume la competencia y cuales son los mecanismos de financiamiento del mismo.

Esta situación tiene origen en el estilo de gobierno de la administración nacional anterior y el retroceso que ha tenido la descentralización política administrativa en este país.

Los alcaldes se han visto avocados a tener que viajar semanalmente a la ciudad capital de su departamento y a Bogotá en donde se encuentran los ministerios.

En este país se dio inicio a un proceso de centralización gubernamental que ha conllevado a que se aumenten las responsabilidades locales bajo un esquema de centralización del manejo de los recursos del Estado.

El manejo presupuestal de los municipios está orientado desde la política nacional y las últimas disposiciones legales alrededor del sistema nacional de regalías está conllevando a que los problemas locales en cuanto a construcción de infraestructura tenga que ser financiada por recursos que serán orientados a nivel nacional.

Resolver el problema no es fácil debido a que las facultades de los alcaldes son limitadas por la pobreza presupuestal del municipio e inclusive del departamento. Será muy difícil que los municipios puedan asumir sus responsabilidades con seriedad si primero no se resuelve la debilidad fiscal de estos.

Y debo decir que la estructura de las finanzas locales está sujeta a rigideces que se orientan desde la actual ley presupuestal territorial.

El Ministro de Hacienda prometió que presentará una reforma tributaria el próximo 20 de julio, pero a la fecha aun no se sabe a ciencia cierta cual será el alcance del mismo para fortalecer los fiscos municipales y departamentales.

Se sabe que es un proyecto con más de quinientos artículos que modifican tarifas, definiciones y amplía el número de colombianos que van a pagar impuestos.

Se asume que esta reforma fortalecerá el fisco nacional, que las rigideces actuales de las finanzas departamentales no se superaran y que se mantendrán los conflictos entre centralización y descentralización.

A lo anterior se suma la opinión de expertos que consideran que la reforma favorecerá mayoritariamente a las empresas y que afectará las finanzas de los colombianos, principalmente por el IVA a la canasta familiar.