La década perdida es una expresión que se ha utilizado en varias ocasiones durante la historia económica del mundo; fue utilizada por primera vez en Gran Bretaña para indicar el estancamiento vivido por ese país después del periodo de la postguerra entre 1945 y 1955, también se uso en América Latina para describir las crisis económica en la década de los 80 y parte del 90 en donde los países no podían pagar las deudas externas, existían grandes déficit fiscales y volatilidades inflacionarias y de tipo de cambio.

Reconocer esta realidad les permitió a los países diseñar e implementar estrategias de intervención macroeconómica para superar la crisis y avanzar por la senda del crecimiento económico y así alcanzar mayores niveles de desarrollo.

Con la lectura del último informe de la Cepal: Escalafón Competitividad de los departamentos de Colombia 2012 - 2013 concluyo que la década pasada puede denominarse como una década perdida para el Tolima, por lo menos en términos de competitividad.

La evolución de la competitividad para el Tolima entre 2000 y 2012 (12 años) muestra según el escalafón global que el departamento pasó de una escala medio alta a media baja demostrando progresos inestables en los individuales y retroceso en el general. El indicador global de competitividad para el Tolima en el 2012 fue de 52.2.

La dimensión en la que el Departamento retrocedió fue la de la fortaleza de la economía pasando de media alta a media baja con un indicador de 43.3, y en la que peor se está es en ciencia y tecnología con un indicador de 21.1 clasificándola como colero.

Detallando un poco más lo que pasa en el Tolima en relación con la primera dimensión, la estructura económica y social, el comercio internacional y los servicios financieros, así como la producción-riqueza y la productividad-eficiencia están escalafonado de la mitad hacia abajo del total del país, y con relación a la segunda dimensión el departamento figura entre los últimos.

El informe concluye para el Tolima alta heterogeneidad entre los factores de competitividad, con ganancias mantiene nivel medio bajo en fortaleza de la economía. Progresos al nivel alto en infraestructura 79.4 y medio alto en capital humano 62.4.

Mantiene rezagos en ciencia y tecnología comparables a Nariño, Sucre y Huila. Comportamiento inestable y en deterioro en gestión y finanzas publicas 74.5. Mantiene nivel alto en seguridad 85.6. Alcanza nivel alto en requerimientos básicos 77, y asciende al nivel medio bajo en modernidad 39.4.

Así las cosas, el énfasis de la agenda para mejorar la competitividad debe ser reducir la heterogeneidad, impulsar dimensiones modernas, en especial ciencia y tecnología, y consolidar y aprovechar el progreso en infraestructura.

Es claro que el Departamento debe repensar la estrategia de competitividad trabajada e impulsada durante los últimos años si desea tener un mejor desempeño económico e institucional y así alcanzar mayores logros y capacidades territoriales, de no hacerlo es probable que se alargue la década perdida para el Tolima.