14 de noviembre, día de la mujer colombiana

Rodrigo López Oviedo

Toda Colombia debiera estar exaltando este 14 de noviembre la importante presencia de nuestras mujeres en la historia nacional. Por mandato de la ley 44 de 1967, esta fecha ha sido declarada Día de la Mujer Colombiana, con motivo de la conmemoración el brutal asesinato de Policarpa Salavarrieta Ríos, más conocida como La Pola, quien fuera llevada al cadalso por orden de Pablo Morillo el 14 de noviembre de 1817.

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Nacida en Guaduas, Cundinamarca, de esta heroica mujer, considerada la más representativa de cuantas heroínas hemos tenido en Colombia, la historia recuerda las palabras que dirigió al pelotón de fusilamiento, y que son prueba de su entrega a la causa independentista:

“Viles soldados, volved las armas a los enemigos de vuestra patria. ¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Pero no es tarde: ved que ―aunque mujer y joven― me sobra valor para sufrir la muerte, y mil muertes más. [...] Miserable pueblo, yo os compadezco. ¡Algún día tendréis más dignidad! [...] Muero por defender los derechos de mi patria”.

Unos minutos antes de tan patriótica arenga, al descubrir en el camino al patíbulo la presencia de José Hilario López, le dijo a este entonces atribulado patriota: “No llore, Lopecito, por nuestra suerte; nosotros vamos a recibir un alivio librándonos de los tiranos, de estas fieras, de estos monstruos…’  

Nada más justo, pues, que este reconocimiento. Sin embargo, debemos resaltar todo el propósito de esta Ley, que no fue solo el de exaltar a La Pola y deplorar su cruenta muerte, sino también proclamar la fecha de su ocurrencia como día cívico y “Día de la Mujer Colombiana”.

Esto da para que, además de conmemorar tan luctuoso acontecimiento, se rindan honores a todas aquellas otras mujeres que entregaron valerosamente su vida a la gesta que nos emancipó de España, como también a las que se han destacado en la lucha por conquistar la segunda independencia para nuestro país, aún hoy sometido a la bota militar y la voluntad de Washington, aunque con la esperanza de desteñir tal mancha durante el gobierno de Gustavo Petro.

Es lamentable que esta ley esté pasando cada vez más desapercibida, al punto de hoy parecer que hubiera sido borrada del calendario de las efemérides patrias. Es tarea del momento para las organizaciones que se manifiestan comprometidas con los intereses populares, incluidas las feministas, que se aperciban de la necesidad de recuperarla, tanto para la reiteración periódica del homenaje a nuestras heroínas, como para aprovecharla en bien de la reivindicación de tantos derechos cuantos hoy se le desconocen a la mujer.

RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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