La pobreza en el Tolima y en Ibagué

Sin ser economista, me atrevo a abordar el tema de la pobreza, con base en datos que el Departamento Nacional de Planeación divulgó el pasado miércoles 24 en el seminario internacional realizado en Bogotá, para debatir sobre este asunto que le interesa al actual Gobierno nacional y sobre el cual también se escuchan promesas de los candidatos en trance de ser elegidos en octubre próximo.

Pero, se debe decir que el Gobierno ya cambió la metodología para la medición de la línea de pobreza y la indigencia. Por lo tanto, los datos que se presenten a partir de ahora no serán comparables. Ojalá esto sea una realidad no sólo de papel. También se anuncia  una nueva metodología para la estratificación socioeconómica del país y ya pasamos por el cambio de metodología para la asignación de los recursos que la Nación transfiere para calidad educativa.

Pero, vamos al grano. Se debe aceptar que los datos sobre  reducción de la pobreza indican que ésta ha disminuido paulatinamente en la presente década en el país, en el Departamento y en nuestra capital.

Tiene la condición de pobre quien resida en un hogar donde habitan cuatro personas o más, con ingresos por debajo de un millón 100 mil pesos mensuales. En ésta línea de pobreza, según datos de Planeación Nacional, en el año 2002 estaba el 55.3 por ciento de los tolimenses, porcentaje que se redujo al 45.11 en el 2010, es decir una reducción de la pobreza equivalente a 10.19 puntos porcentuales. El problema es que está, en cuanto a pobreza, por encima del promedio nacional (44.1), dato que nos entristece un poco.

Ibagué está mejor que el Departamento, tal como debe ser. Un 26.6 por ciento de los hogares ibaguereños está en la línea de pobreza. Pero nos ubicamos lejos de Bucaramanga, donde  el porcentaje de pobreza es del 10.8. El porcentaje de personas en estado de pobreza en nuestra capital era del 38.2 en el año 2002, entonces se ha logrado una reducción de 11.6 por ciento, más alta que en el Departamento. Bien por Ibagué.

Lo grave está en la pobreza extrema o indigencia, en la cual se clasifican los hogares que no tienen ingresos suficientes para cubrir los gastos de la canasta familiar, que tienen ingresos inferiores al salario mínimo de 535 mil 600 pesos mensuales, vigente. El Tolima tenía un 20.9 por ciento de sus habitantes en situación de pobreza extrema en el año 2002 y éste porcentaje bajó a 17.35 por ciento el año pasado. La dificultad está en que esa tasa de pobreza está por encima de la nacional de 14.8 para éste último año. En Ibagué la situación es menos grave: un 8.41 por ciento de indigencia en el año 2002, que pasó a ser de 4.32 por ciento en el año 2010, por debajo del índice nacional, y ello se da, entre otras razones, porque de otros entes territoriales nos siguen llegando indigentes en camiones y son descargados a las afueras de la ciudad.

Si de reducir la pobreza se trata, habrá que intervenir sobre los factores de la educación, el trabajo (empleo, la salud y la vivienda). En orden de importancia, sobre la informalidad en el empleo (la informalidad), el bajo logro educativo (calidad educativa), el rezago escolar, el analfabetismo y el aseguramiento de la salud para los ciudadanos.

¿Qué tanta desigualdad hay en los ingresos familiares? Se mide a través del Coeficiente de Gini y según este indicador en el Tolima, a cambio de disminuir, la tendencia es a la del aumento de la desigualdad. El Coeficiente de Gini era de 0.52 en el 2002 y pasó a ser de 54.8 en el 2010. En Ibagué tiende a disminuir la desigualdad, que era de 0.51 en el 2002 y fue del 0.49 el año pasado. A menor valor sobre 1, habrá menor desigualdad.

Credito
Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

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