La protección de las mujeres

El Gobierno merece un aplauso muy efusivo de parte del 52 por ciento de la población colombiana, que somos las mujeres, por haber sancionado los cuatro decretos que reglamentan la Ley 1257 de 2008 que pretenden proteger a la mujer de todo trato violento.

Las cuatro normas fueron expedidas por el Ministerio de Educación, de Salud, Justicia y Trabajo, teniendo en cuenta que la violencia contra la mujer sigue siendo un problema grave con datos escabrosos. En el país, el 80 por ciento de las personas que mueren por violencia de pareja. Esto es absurdo.

Hoy, con los nuevos decretos sobre protección a la mujer, se dan lineamientos para que desde la escuela se denuncien los casos de maltrato. Sin embargo, ya la ley había determinado que desde las instituciones educativas se pusiera en conocimiento de las Comisarías de Familia y Bienestar Familiar, casos de violencia que, en muchas oportunidades ha conllevando a identificar la violencia intrafamiliar.

Según los nuevos decretos, el hombre generador de violencia intrafamiliar deberá abandonar el hogar correspondiente, como una medida de protección para la familia, cuando la situación es insalvable dadas las manifestaciones constantes de agresión.

Se espera que se haga realidad la no discriminación contra la mujer en el ámbito laboral, porque a pesar de que se vienen ganando espacios, hay que reconocer que seguimos afrontando un mundo que tácitamente discrimina a la mujer, a pesar de estar expresamente prohibido, en la Constitución Política de Colombia.

Un acto de discriminación entre muchos, ha sido la no voluntad para  modificar la ley de cuotas que establece el 30 por ciento de la participación femenina en cargos de alta responsabilidad. ¿Cuándo se escuchará nuestra voz?  ¿Cuándo la bancada femenina será proporcional a la población femenina en el Congreso?

Por ahora, invito a hombres y mujeres para que ampliamente se enteren de obligaciones y derechos que establecen los nuevos decretos, a fin de que aprendan a respetar al género femenino en toda su dimensión, pero también hago un llamado a todas las mujeres para que respeten en todos los aspectos al hombre.

Desde Pitágoras se planteó: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”, palabras que hacen reflexionar sobre la solución pacífica de los conflictos, comenzando por aquellos que ocurren en el ámbito familiar. Porque la familia es la primera agencia de socialización de aprendizajes que determinarán el comportamiento individual y social de las personas.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

Comentarios