Educación y medios tecnológicos

El Primer encuentro de egresados de la Maestría en Educación de la Universidad del Tolima, convocado por el decano Andrés Felipe Velásquez y el director de la Maestría, Néstor William Aponte, contribuyó gracias a la conferencia central denominada 'Tecnología como parte de la cultura de la formación docente', a cargo de Otto Edgardo Obando.

El Primer encuentro de egresados de la Maestría en Educación de la Universidad del Tolima, convocado por el decano Andrés Felipe Velásquez y el director de la Maestría, Néstor William Aponte, contribuyó gracias a la conferencia central denominada 'Tecnología como parte de la cultura de la formación docente', a cargo de Otto Edgardo Obando, a la reflexión y nuevas posturas sobre los retos docentes en términos de educación.

La primera década del nuevo milenio avanza por la autopista de la tecnología de manera desenfrenada, razón por la que los estudiantes de todos los niveles y edades pierden interés por los conocimientos bancarios y tradicionales impartidos en las aulas de clase que además cuentan con infraestructuras inadecuadas, rígidas y previstas para vigilar y controlar desde donde se ubique cada quién.

Las competencias deseables para quien va a jugar el papel primordial  de orientador en el proceso de enseñanza aprendizaje, deben ser encaminadas en primer lugar al desempeño de manera eficaz.

Difícilmente un docente logra la atención de sus estudiantes cuando está compitiendo con herramientas vertiginosas como el computador, tablet, iPhone, Kindle, BlackBerry, entre otras.

La información desde los medios tecnológicos, para alto número de estudiantes llega de manera científica, lúdica y divertida; es ahí cuando se empieza una confrontación en la economía del conocimiento que hace el docente y se empieza a rotular al estudiante como un “problema”.

Pero uno de los problema es el poco interés que se muestra para actualizar los conocimientos básicos alrededor de las TIC, que permitirían captar la atención y minimizar los conflictos y la deserción; otro problema es la poca disponibilidad de herramientas tecnológicas o el no poder acceder a redes en distintos municipios del país y del Tolima, porque no cuentan en algunas zonas, con el servicio de luz.

Además, hay muchos factores que inciden en nuestro país gravemente y es el hecho de tener una educación excluyente desde el mismo momento en que las aulas de clase en el sector oficial cuentan en promedio con cuarenta estudiantes a quienes no se les puede prestar la atención debida dado el tiempo de las clases.

La era de Internet, la sociedad del conocimiento, el uso de las TIC, en las nuevas realidades y tendencias educativas, exigen repensar de manera teórica y práctica, sobre el perfil del docente que debe formar las universidades.

Es tiempo de pensar en la 'dieta cognitiva', en la ejecución de planes, programas y proyectos que desde el MEN se tiene dispuestos y ordenados, se debe ir en la búsqueda del alto rendimiento, de aprendizajes eficaces; todo cambia de manera acelerada y abrupta y en Colombia la educación no ha podido cambiar.

Hay cientos de discusiones epistemológicas acerca de las nuevas tendencias en educación, pero seguimos con las mismas prácticas buscando la economía laboral, la economía de transferencias desde el ente central y la economía en términos de calidad, cuando estamos en ese cuatrienio.

Entonces, ¿cómo hacer para que la escuela logre convertirse en un ente atractivo e interesante, donde se pueda aprender con amor y se permita la carcajada en el aula?  

Si cada docente se convierte en competente  en un pequeño campo tecnológico, ya tiene una nueva herramienta para ofrecer su clase, tal vez, así, se haga la diferencia.

Pero, además, si hay docentes satisfechos, se podrá garantizar mejores resultados. Aquí la mirada tiene que darla el mismo MEN.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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