Medellín, la ciudad innovadora

A un docente boyacense de posgrados le escuché decir que el problema del subdesarrollo colombiano se debía a la carencia de antioqueños.

Igualmente, a un político, que en medio de una reunión para condecorar a un destacado personaje, lo puso a nacer en Medellín por sus grandes capacidades, aduciendo que los “paisas eran tan capaces, que nacían donde les provocara”,  esto para exaltar las cualidades de emprendedores que los caracteriza, junto a otros comportamientos que los hacen distintos.

Características étnicas y antropológicas, especialmente expresiones culturales y comportamientos que han dado para muchos, hechos sociales en el territorio antioqueño.
    
¿Qué tiene Medellín de especial que le haya dado méritos para ganarse el reconocimiento como la ciudad más innovadora del mundo? Fue un proceso que comenzó con 200 ciudades, luego una preselección de semifinalista de 25 y luego terminar en tres finalistas con Nueva York y Tel Aviv.

Entonces, son méritos significativos encontrados por los expertos designados por el periódico The Wall Street Jornal, Citybank y Uraban Land Institute para verificar las innovaciones.

Estoy segura, que a cualquier persona del mundo, le emociona el premio que ha ganado Medellín, ciudad que sirve de ejemplo a muchas otras, de cualquier lugar. Ejemplo de buenas prácticas que pueden ser modelo a seguir.

A Medellín se le ha conocido por ser la ciudad industrial de Colombia, pero también por ser la más violenta, lamentablemente. Esto último sigue siendo cierto,  pero, aún así, ha logrado el premio City of the Year al cual  me refiero.
 
La innovación está relacionada con la novedad, la renovación, la aplicación de nuevas ideas, a la implementación de nuevos procesos, casi siempre como resultados de investigaciones previas que se han realizado en las universidades, en gran porcentaje.

Los medios de comunicación, al exaltar el premio a la innovación que ha ganado Medellín, se lo atribuyen a varios hechos del presente y del futuro inmediato, el desarrollo de  planes y programas similares y en sus ejes temáticos estratégicos, muy relacionados con el impulso a la educación, “Medellín la más educada” y ahora,  “Antioquia la más educada”.


Uno de los principios del Plan de Desarrollo actual es “La educación, el conocimiento y la innovación son la base de una ciudad con trabajo decente, productividad y competitividad”.


Aquí el reto lo debemos asumir desde todos los niveles educativos, robusteciendo y ejecutando los planes y proyectos de las universidades, donde los directivos juegan un papel trascendental, pero indiscutiblemente contando con un personal idóneo y dispuesto a ir más allá de sus funciones, con energía, con deseo de hacer las cosas bien y con el entusiasmo que debe caracterizar a quien tiene la fortuna de disfrutar de un empleo que le permite intervenir y contribuir al desarrollo de la región; además es un compromiso de cada estudiante y cada ciudadano.


Es necesario poner en marcha investigaciones sobre innovaciones aplicables en búsqueda de la solución de muchos de nuestros problemas, investigar las condiciones y determinantes del éxito en empresas o entidades oficiales y para ello también se puede contar con las Universidades ubicadas en Ibagué.

 
Hay obras en Medellín que suscitan admiración en toda Colombia, como producto de ideas innovadoras y creativas: El metrocable para transportar personas a lugares de difícil acceso, las escaleras eléctricas para transportar sin mayor esfuerzo hacia sitios de altura mayor y que remplazan caminos o calles donde antes existían escaleras de 350 escalones; las bibliotecas públicas, el metro que moviliza 500 mil pasajeros diariamente, más por menos, equivalente a toda la población de Ibagué; el metroplús, las 25 mil becas que otorgan las Empresas Pública de Medellín para pagar costos de matriculas en las universidades, obras que tienen como beneficiarios a habitantes en zonas deprimidas y de mayor pobreza o situaciones de violencia.

Pero para sorpresa de algunos, estas obras, han sido retomadas como buenas prácticas de diversos países desarrollados, pero la clave, ha sido ponerlas en marcha en un contexto específico, con unas metas claras y con la mirada puesta en el horizonte, con el apoyo de la empresa pública y privada, donde se observa la unidad de sus habitantes, y sobre todo, con entusiasmo.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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