Óptica periodística: “Apps” e Información, un gran negocio

Todo aquello que usted está poniendo en la Internet y sobre todo en las llamadas redes sociales es realmente una mina de oro para muchas compañías. Es más, muchos de los actuales jóvenes multimillonarios, lo son gracias a la información personal que usted les permite tener.

Y todo ello gracias a los llamados “apps”, especie de subprogramas dentro de los programas, una aplicación espía que está en las redes sociales o en los móviles de última tecnología.

Son capaces de pedir, captar, almacenar o retransmitir toda aquella información que usted coloca sobre su vida, sus gustos, su edad, nombre, documento de identidad, amigos, familia, relación, capacidad de pago, tendencia sexual, convicciones religiosas, motivo de viaje, entre otras.    

Con ello usted entrega uno de los mayores bienes y más preciados del mundo moderno actual: sus datos personales. No solo son las redes sociales, sino los juegos en línea, los concursos. Hasta sus direcciones de correo electrónico y contactos son capaces de llevarse gracias a su gentileza de poner los datos en las redes y contar allí sus vidas.

Toda esa información es analizada por verdaderos expertos de compañías, multinacionales y todos aquellos interesados en hacer creces sus ventas para hacer un escaneo de usted y sus gustos. De en qué momento ofrecerle qué y de qué manera.

En Estados Unidos algunas publicaciones periodísticas ya han puesto la alerta sobre esta tendencia, pues es nada menos y nada más que el sentido de la privacidad lo que se está perdiendo o mejor la invasión a la privacidad de cada quien, con un fin absolutamente comercial y lucro para unos pocos.

Algunos ya se han aventurado a decir que ese rentable negocio de los llamados “apps” en el año 2011 generó por lo menos 20 mil millones de dólares para sus aplicadores.

Y su hermano gemela que es la industria de la publicidad en Internet movió la no despreciable suma de 28 mil millones de dólares el año pasado, gracias en gran medida a los datos de las redes sociales y demás.

De eso que deberíamos ya estar enterados todos, y protegidos por las normas y leyes, poco o nada se habla en la desastrosa ley lleras, resucitada a toda carrera por el presidente Santos, el ministro Lleras y demás miembros del gabinete nacional dentro de las leyes y decretos firmados esta semana con el fin de rogarle de rodillas a EE.UU. que comience rápidamente la aplicación del desigual tratado de comercio firmado entre nuestros dos países.

Es que definitivamente en nuestro bello país nada que aprendemos y solo nos quejamos de que todo se hace a nuestras espaladas o en secreto, cuando al contrario todo se ha publicitado comentado y anunciado.

Ahora sí la hicimos redonda un tratado desigual del sector productivo y real de la economía y de ñapa entregamos toda la información de los colombianos en bandeja. Eso sí que es gobernar.  

Credito
Nelson Germán Sánchez Pérez –Gersan-

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