La investigación en el Tolima

Uno de los factores preponderantes que incide en el desarrollo de un país es la calidad y la cantidad de la investigación que se adelante y,lógicamente, esta depende en gran medida de la inversión que se haga y la conciencia de gobernantes, académicos e industriales de considerar que todo aquello que se da para esta actividad.

Uno de los factores preponderantes que incide en el  desarrollo de un país  es la calidad y la cantidad  de la investigación que se adelante y,lógicamente, esta depende en gran medida  de la inversión  que se haga y la conciencia de gobernantes, académicos e industriales de considerar que todo aquello que se da para esta actividad, antes que un gasto, es una inversión que se redime en calidad de vida, aumento de la productividad y comprensión de fenómenos sociales, económicos y culturales.

Las grandes brechas existentes entre países están asociadas a las cifras que se apropien para la investigación, por eso cuando leemos que Corea del Sur, por ejemplo, invierte más que todos los países latinoamericanos, entendemos las diferencias económicas que nos separan. Igual cosa sucede  si esta comparación la hacemos a nivel de nuestros países vecinos. Por ejemplo en Colombia gastamos menos de mil 300 dólares al año por investigador, mientras Chile  invierte 40 mil dólares. Esto nos da un perfil de las condiciones reales que tenemos en nuestro medio..

Otros datos contundentes tienen que ver con el porcentaje del PIB que  dedica Colombia a la investigación: 0,16 por ciento, mientras  los países desarrollados  dejan hasta el cinco por ciento. Con este panorama es fácil concluir que uno de los factores de nuestro atraso pasa necesariamente por la carencia de una conciencia del papel que juega la investigación.


En el contexto nacional  el Tolima ocupa, según Colciencias, el puesto 17 en la producción científica  y se ubica entre los departamentos  “sin capacidad científica propia”, lo cual, además de ser una especie de estigma, deja ver el déficit  que nos impide transitar por los caminos de la experimentación y la  innovación en busca de soluciones  para  problemas prioritarios y concretos.


En Colombia la investigación casi que exclusivamente corresponde a la educación superior, y excepcionalmente   a unas pocas   empresas y entidades que intentan adelantar investigación aplicada. La calidad de esta se resiente por  los presupuestos deficitarios y una precaria infraestructura que no permite mayores desarrollos.


Colciencias es el ente al que  le corresponde la evaluación  y reconocimiento  de los grupos. El año anterior hizo una convocatoria  y los resultados definitivos se acaban  de dar. De un total de cinco mil 510 reconocidos, el Tolima figuró  con 68 grupos; 54 de la Universidad del Tolima, 10 de la Universidad de Ibagué, dos de las U. Cooperativa,  una del Conservatorio con la U. de Ibagué y otro del Centro Regional de Productividad.


Son muy pocos es  verdad,  pero lo importante es que a pesar de las precariedades, sus resultados contribuirán al desarrollo de la región y a crear conciencia sobre la importancia de este mecanismo para acceder al conocimiento.

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMIN Profesor Titular UT

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