La reivindicación poética de Luz Mary Giraldo

Hace unos años la poeta ibaguereña Luz Mary Giraldo escribió: “Inasible y costurera/la palabra teje/con tela engañosa/la herida de la noche/”, hermosos versos que hoy cobran una inusitada actualidad ante la noticia de que la poeta, crítica y docente de literatura acaba de obtener el Gran Premio Internacional de Poesía de la Academia Oriente – Occidente de Rumania.

La profesora Giraldo, que ha hecho de su vida un culto respetuoso al arte de la palabra, logra este reconocimiento internacional, precisamente cuando regresa de esa “temporada en el infierno”, a la que había sido condenada por la infamia que cometió la justicia colombiana al declararla culpable de un plagio que, a luz del oficio literario resulta inexistente, pues esa estudiante que quería adueñarse de su casa y enviarla a la cárcel, jamás pudo demostrar el vuelo crítico, la capacidad de análisis y la sensibilidad poética de la profesora, así los jueces se hayan inclinado por su tesis peregrina. 

Siempre afirmamos que el discurso del docente puede ser asimilado por el estudiante, quien en muchas ocasiones cree, en su confusión, que esas ideas son suyas, cuando en realidad las ha escuchado en clase. Con más de diez libros publicados, algunos de ellos de poesía, otros de crítica literaria, Luz Mary Giraldo se ha convertido en un referente obligada del estudio de la literatura colombiana. 

Su dedicación, esfuerzo y tesón no pudieron ser mancillados por la sobrina de un político colombiano, cuya posición ética ha sido condenada ampliamente por la opinión pública colombiana, sin embargo las ramas de su influencia si han logrado permear algunos estrados judiciales. 

Pero lo más importante es que Luz Mary no se amilanó con este obstáculo puesto en la ruta de su realización personal. 

Se dedicó a la escritura de versos, en los cuales habla de la vida, de las ausencias, del olvido, los pájaros, la infancia y demás tópicos de una poesía, no por sencilla, desprovista de imágenes, metáforas y una cálida carga semántica que demuestra el trasegar por cientos de textos poéticos del parnaso universal.

La décima séptima versión del Festival Internacional de Poesía se celebró en la ciudad Curtea de Arges, contó con la presencia de poetas de más de diez países y se llevó a cabo durante cinco días de lecturas en distintos espacios de esta ciudad ubicada a ciento cincuenta y dos kilómetros de la capital Budapest. 

Fue una fiesta del arte y a Luz Mary le fue otorgado el premio internacional de poesía. 

Felicitaciones para esta poeta que acaba de reivindicar su nombre y su oficio más allá de las fronteras, entonando, como ella misma lo escribió, “una gesta/con sangre de pijao y bambuco”

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN

Comentarios