Los niños

Es bueno recordar que la conmemoración de ayer debe ser solo un referente para avanzar en una actitud especial y permanente hacia los niños.

Ayer, como todos los años durante el último sábado de abril, se conmemoró el Día del Niño en Colombia. La celebración se estableció a partir del reconocimiento que hizo la ONU a mediados del siglo pasado, de los niños como patrimonio y futuro del planeta. Del documento que se produjo en la Convención sobre los derechos de los niños, en 1989, se deducen en detalle los derechos de los pequeños y los deberes del Estado, pero también, de padres, docentes, personal de la salud y otros que tienen que ver con la atención hacia ellos, en un marco de respeto por su integridad como personas.

Si bien la legislación es clara y las conmemoraciones se desarrollan en todos los países, este año tuvieron características especiales, en razón al aislamiento social que vivimos. No hubo actividades al aire libre pero muchas entidades públicas y privadas del país organizaron, para quienes cuentan con una conexión a Internet, un abanico de posibilidades educativas y de entretenimiento para los chicos y sus familias desde sus hogares.

En el Tolima, sin mucho despliegue hasta ahora, se anuncia la Semana del Niño, con algunas actividades lúdicas que se comenzaron a transmitir por internet. Ahora, en cuarentena, todos los niños deberían jugar y educarse jugando, que es su forma natural de expresión. Los juegos de talento, de estrategia, los experimentos y otras actividades son ejercicios divertidos, de esparcimiento y recreación, que los acompañan y apoyan en sus procesos de desarrollo. Lamentablemente, la mayoría de los que viven en poblaciones pequeñas y zonas rurales no podrán disfrutar de actividades virtuales por las limitaciones de acceso y de manejo de la tecnología en el Departamento.

No debemos olvidar a los niños en condición de discapacidad, que también tienen derecho a una educación inclusiva, con un enfoque diferencial, en condiciones de equidad y con las mismas oportunidades. A ellos también, las entidades públicas responsables les deben garantizar su protección, el ejercicio efectivo de sus derechos y el acceso a los mismos servicios sociales de todos los pequeños, en el marco del Sistema Nacional de Discapacidad.

Es bueno recordar que la conmemoración de ayer debe ser solo un referente para avanzar en una actitud especial y permanente hacia los niños. Los organismos departamentales y municipales tienen el deber de planificar y llevar a cabo sus estrategias de atención especial a la niñez. Y, los padres, docentes y comunidades también deben reconocer la importancia de cuidarlos, respetarlos, educarlos y hacer de ellos unos buenos ciudadanos.

EL NUEVO DÍA

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