La desbordada emergencia en la cárcel de Espinal

Urge un operativo envolvente de muestreo y un efectivo cerco epidemiológico, porque las cifras están creciendo y la emergencia allí parece desbordada e incontenible.

La expansión de la pandemia del coronavirus es sorprendente y parece que el único patrón que sigue es el descuido de las personas. Un descuido significa decenas de contagios de amigos cercanos, familiares y personas que  casualmente se cruzan por las vidas de los portadores, muchas veces asintomáticos.

Hace unos meses cuando aparecieron los primeros contagiados en la Penitenciaría de Picaleña en  Ibagué cundió el pánico. Por la misma naturaleza de las cárceles, cuya característica principal es el confinamiento y el contacto estrecho, es previsible que el patógeno pase rápidamente de persona en persona, sin control, hasta que no se rompa la cadena con un aislamiento efectivo. Prácticamente, de ese foco de Picaleña no se volvió a hablar. Sencillamente, conjuraron la emergencia. Apagaron el incendio.

Aparecieron entonces los primeros contagios en la cárcel de El Espinal. Inicialmente, el alcalde Juan Carlos Tamayo dijo en medios locales que personal de la guardia iba a Bogotá y regresaba, fácilmente, sin ningún control y que así habría empezado el brote. Luego, la pandemia se extendió sin control por todos los patios de ese centro de reclusión. Hoy de las 650 casos reportados, oficialmente, allí, más del 90% corresponden a la cárcel. Es decir, se desbordó la infestación. No se han salvado ni reclusos, ni el personal de la guardia.

Es posible que por población carcelaria, el Centro de Reclusión de El Espinal sea el de mayor contagio en toda Colombia; si se toma como base, el número de internos vs el número de infectados. Incluso, este municipio hace rato sobrepasó a Ibagué en el número de casos.

Están en mora los gobiernos nacional, departamental y local en declarar a esta cárcel como zona especial de atención. Urge un operativo envolvente de muestreo y un efectivo cerco epidemiológico, porque las cifras están creciendo y la emergencia allí parece desbordada e incontenible.

EL NUEVO DÍA

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