Nos esperan duros meses de lluvias

Un aumento de entre 10 y 40 % de las precipitaciones, con respecto a los registros históricos anuales, tendrá este año la temporada de lluvias en Colombia, por cuenta del fenómeno de La Niña, según pronosticó el IDEAM.

Por esta razón, el director de  la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informó que se activaron los comités departamentales de prevención, y solicitó a los ciudadanos estar pendientes de las alertas que se emitan para mitigar los riesgos, ante las posibles emergencias que se presenten en estos meses y que ocasionan graves pérdidas económicas y de vidas humanas.

Las regiones Andina y del Pacífico serán las más afectadas; las lluvias más intensas se presentarán en las tardes y en las noches, y los meses con más precipitaciones serán abril y mayo; es decir, que lo que estamos sufriendo es poco para lo que está por venir.

Gran parte del territorio tolimense ha sufrido el rigor del invierno: en Planadas colapsó el acueducto y el municipio se quedó sin el servicio de agua; las vías se encuentran bloqueadas por deslizamientos y se ha afectado el suministro de energía; en Alpujarra se han presentado derrumbes y caída de rocas; en Flandes hubo caída de árboles y casas destechadas; Purificación ha registrado inundaciones en viviendas y cultivos, y Saldaña ha sufrido afectaciones por árboles caídos y daños en las redes eléctricas. Además, hay alerta roja por crecientes súbitas que se pueden presentar en el río Sumapaz y sus afluentes, y la represa de Prado ya se encuentra en el 89,2% de su capacidad. En resumen, hay un municipio en alerta roja (Icononzo); 23, en alerta naranja, y 15, en alerta amarilla; es decir, que en gran parte del Departamento existe alguna clase de alerta.

Es a partir de ahora que se deben intensificar los monitoreos a las laderas y al caudal de los ríos, con el propósito de prevenir eventos que pongan en riesgo la vida de las personas, en esta intensa temporada de lluvias que apenas comienza. Los ciudadanos pueden contribuir a mitigar el impacto del invierno si no arrojan basuras a los colectores de aguas servidas; si mantienen limpios los canales de lluvias de sus viviendas, y si los que viven en zonas de riesgo por deslizamientos o al lado de los ríos efectúan una vigilancia permanente en su entorno para evacuar de manera oportuna, en caso de crecientes o deslizamientos. Por su parte, las autoridades han de mantener informada a la población y establecer respuestas efectivas ante los posibles estragos que pueda ocasionar una emergencia.

EL NUEVO DÍA

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