Hay que tender puentes de acercamiento

Al clamor de miles de colombianos se han unido otros países que piden buscar salidas por la vía del diálogo sin recurrir a mecanismos violentos.

El Comité de Paro convocó para hoy a una nueva jornada de marchas en el país. Para el comité, pese al retiro del proyecto de reforma tributaria aún quedan otras demandas por resolver, como la garantía de una renta básica, la defensa de la producción nacional, el retiro de la reforma al sistema de salud, que también considera lesiva para los ciudadanos y el cese de la violencia física por parte de la fuerza pública contra los manifestantes que se movilizan de forma pacífica. La tensión aumenta con el correr de las horas y este será un día especialmente cargado de zozobra.

Nuestro país está viviendo una grave confrontación que se agudiza cada vez más y que si no se subsana a tiempo tendrá graves repercusiones que van mucho más allá de los destrozos y las pérdidas económicas; será la democracia la que se fracture y reparar el daño será complicado. Las partes en contienda se encuentran en medio de un pulso de fuerza que les impide dar un paso atrás en este momento porque creen que su gesto sería interpretado como una derrota.

 Las posibles aproximaciones que se estaban gestando entre sectores políticos de oposición y el Gobierno se rompieron con hechos como las actuaciones de la fuerza pública en Cali, que hicieron padecer a los ciudadanos una nueva noche de terror, y el anuncio de utilizar a los militares para contener las protestas. Además, el Comité de Paro ha sido ignorado por el ejecutivo que no ha reconocido la fuerza que representa. Tampoco ayudan las actitudes beligerantes y abiertamente hostiles hacia los manifestantes, y tratar de desconocer el descontento que dio origen a la protesta. 

También son un obstáculo para negociar la persistencia en el paro y las marchas que concluyen en disturbios, saqueos y vandalismo, que tienen preocupados a los comerciantes y empresarios, que notan con desesperanza que cada vez es más lejana la anhelada reactivación económica.

No obstante lo anterior, es preciso de que se tiendan puentes para conversar, para escuchar y comprender la ideas del otro; reconocer que existen propósitos comunes, que son los de superar la crisis económica y de brindar ayuda a los sectores más desprotegidos de la sociedad. Solo a través del diálogo se puede llegar a acuerdos, establecer puntos de entendimiento y construir consensos sobre los temas que tanto preocupan a la nación.

Al clamor de miles de colombianos se han unido otros países que piden buscar salidas por la vía del diálogo sin recurrir a mecanismos violentos; sin embargo, extrañamos los pronunciamientos de nuestros congresistas y su gestión en procura de una solución.

EL NUEVO DÍA

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