Por medio del decreto 0704 del 25 de octubre, la Alcaldía de Ibagué prohibió la “manipulación, fabricación, almacenamiento, distribución, transporte y comercialización de artículos pirotécnicos o fuegos artificiales” hasta el 31 de enero de 2023, con la intención de prevenir que las personas (en especial los menores de edad) resulten quemadas con pólvora; además, proteger a los animales que se trastornan por el ruido que ocasionan estos artefactos.
Pese a las prohibiciones de las alcaldías, no ha sido posible controlar el uso de la pólvora y en época navideña se repiten las historias de personas quemadas. El año pasado, de acuerdo con el Ministerio de Salud, en Colombia se registraron 1.174 lesionados con pólvora, que representaron un aumento de 61,93%, con respecto a 2020. En el Tolima se reportaron 70 casos y en Ibagué, 26.
La secretaria de Salud del municipio, Martha Liliana Ospina, hizo un llamado a los padres de familia para que sean responsables y no permitan que sus hijos jueguen con pólvora, pues cerca de la mitad de los quemados corresponden a menores de edad, y les recordó que pueden ser sancionados con multas, comparendos o incluso la pérdida de la patria potestad, según sea el caso.
Como el objetivo es prevenir los lesionados y el daño a la salud de las mascotas, la Alcaldía anunció que adelantarán operativos, no solamente para impedir el uso de la pólvora, sino también para controlar el expendio en lugares no autorizados.
No obstante, lo más pesaroso es la nefanda tradición que se impuso en Ibagué de recibir el mes de diciembre con alboradas. Esta mala práctica fue impuesta por el narcoterrorismo en Medellín, desde comienzos de este siglo y se ha extendido por el país “como reguero de pólvora”.
Por eso se volvió costumbre que desde los primeros minutos del primero de diciembre resuene la pólvora en todos los rincones de la ciudad. Según el Secretario de Gobierno, el alcalde Andrés Hurtado advirtió que “donde escuche pólvora llega con la Policía”. Confiamos en que este primero de diciembre el mandatario esté preparado para impedir que los bulliciosos atenten contra la tranquilidad de los ibaguereños.
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