El Minuto de Dios crece en Ibagué y le apuesta al desarrollo educativo de la región

En este caso, la gestión de la organización Minuto de Dios contó con el apoyo de los hermanos Carmen y Paulo Laserna Phillips, quienes donaron los terrenos para el colegio y la universidad.

Dos actos de gran significación para la educación en la región se registraron el pasado martes de la mano de la Corporación Minuto de Dios: la inauguración del colegio Minuto de Dios Arboleda del Campestre y el inicio simbólico de la construcción de la nueva sede de Uniminuto en Ibagué.

El colegio funcionará en las áreas de preescolar y primaria, con capacidad para 285 niños, que se beneficiarán con educación innovadora, en la que se incentivará el desarrollo de habilidades investigativas y de trabajo colaborativo. Este es el primer colegio en el Tolima y el número 24 en el país que ha construido la Corporación Minuto de Dios, que además cuenta con una trayectoria de más de sesenta años en el campo de la educación.

En el Tolima, la Uniminuto ha hecho presencia desde hace 18 años, inicialmente, a través del Centro de Educación Regional (Ceres) Lérida, donde se convirtió en una opción asequible de educación superior para miles de jóvenes del norte del Tolima. En 2011, se abrió una sede en Ibagué y desde entonces ha brindado educación a jóvenes tolimenses de escasos recursos, con facilidades de pago para la matrícula; ahora, Uniminuto contará con una nueva sede, en un terreno de cuatro hectáreas y que contará con modernas aulas, laboratorios y espacios para la práctica del deporte. La nueva sede será entregada en cinco años. 

En estas obras, tan necesarias para el desarrollo del Departamento, tuvo un rol protagónico la filantropía, que no es otra cosa que las donaciones de particulares que se efectúan con un propósito de beneficio para la sociedad. En este caso, la gestión de la organización Minuto de Dios contó con el apoyo de los hermanos Carmen y Paulo Laserna Phillips, quienes donaron los terrenos para el colegio y la universidad. 

Además, la constructora Bolívar se encargó del diseño y la construcción del colegio. 

Los tolimenses son solidarios por naturaleza y existen personas y empresas que tienen la intención de ayudar a sus conciudadanos, pero no conocen la forma. Las universidades gestionan donaciones con el propósito de apoyar a los estudiantes que se encuentran en dificultades y cuentan con departamentos de filantropía; esta es una excelente opción de ayudar, pero también es la posibilidad de invertir en el progreso de la región.

 

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