¿Un peaje ambiental será suficiente para contener el turismo depredador en la vía Murillo-Manizales?

La carretera entre Murillo y Manizales ha sido bautizada como “la más linda de Colombia”.

Miles de personas descubrieron los hermosos paisajes del páramo y del Parque Nacional de los Nevados, gracias al mejoramiento de la vía Cambao-Manizales.

Desde comienzos del año, cuando se abrió el paso y los viajeros pudieron apreciar esta belleza natural, la afluencia de visitantes se incrementó de manera desbordada, lo cual trajo como consecuencia que la vía colapsara, que los turistas se apearan de sus vehículos a tomarse fotos con los frailejones, que destruyeran la flora y la fauna y que dejaran su rastro de basuras (botellas, pañales desechables, plásticos, recipientes de icopor, etc.).

Durante la Semana Santa, la presencia de las autoridades y los operativos de control fueron insuficientes para refrenar la avalancha humana que está causando un enorme deterioro ambiental en un ecosistema frágil y que es esencial para el sistema hídrico del país.

Además de invadir el lugar y arrojar sus desechos, los visitantes están acabando con los frailejones. El pasado 10 de mayo, un hombre fue capturado después de que robó cinco frailejones de la zona del parque y que transportaba tranquilamente en el techo de su carro. Esta especie es esencial en la regulación del agua en los páramos y su destrucción produce graves daños ambientales.

Debido a estas perjudiciales prácticas, los gobiernos Nacional y Departamental estudian la posibilidad de instalar un peaje ambiental. La medida busca detener el mal comportamiento, restringir el acceso y promover un turismo más respetuoso con el medio ambiente; así mismo, aminorar la presencia de viajeros en la zona del Parque Nacional de los Nevados.

Puede ser que con la instalación de un peaje se reduzca en un principio el flujo de turistas, pero no es garantía de que los que lleguen no destruyan el ecosistema del páramo. Habría que complementar esta disposición con un plan de educación ambiental — que debe comenzar en los colegios y extenderse a las demás esferas de la sociedad—, y más vigilancia por parte de las autoridades para sancionar con firmeza a los que lleguen con intenciones depredadoras.

 

EL NUEVO DÍA

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