El propósito de los CTDE es poner a los empresarios a hablar de tecnología, establecer una línea base de madurez digital, apoyar con paquetes de consultoría, facilitar el acceso a soluciones digitales, establecer y dar seguimiento a planes de transformación digital; además, una apuesta tan desafiante como ambiciosa, que se enfrentaría principalmente con el escepticismo de los empresarios que erróneamente lo ven como un gasto y también a un presupuesto lleno de limitaciones de las empresas del departamento.

La transformación digital es fundamental para abordar los retos de competitividad en factores como el gobierno corporativo, innovación y diferenciación; asimismo, retos en reducción de costes, automatización y eficiencia, que permitan aumentar la productividad organizacional; por esto, la CCI ha sumado nuevos aliados como la Universidad EAN, Universidad de Ibagué, SENA, Industria TI local en su apuesta por potencializar el impacto de su estrategia digital. Este triángulo virtuoso da excelentes resultados articulando empresa, academia y estado. Al mismo tiempo, la CCI, en una jugada maestra, identificó como un aliado estratégico al Cluster TIC, un sector que aunque pequeño, al estar compuesto por 79 empresas, tiene una capacidad exponencial de crear valor, pero más importante, de dar soluciones locales, incluso soluciones a la medida, en un sector en donde se suele hablar de las grandes compañías tecnológicas y de empresas foráneas, donde apostar por nuestra capacidad instalada y desarrollar las mismas en el proceso, siempre será una apuesta ganadora.

A la evidente necesidad de que las organizaciones se subieran a la ola de la mega tendencia de la transformación digital, se le sumó la pandemia, la cual presionó al máximo las organizaciones. No estábamos listos, se puso de moda el teletrabajo, se apostó por la venta a través de canales digitales y se adoptaron rápidamente soluciones digitales genéricas, pero aun así no ha sido suficiente para terminar de convencer al grueso de los empresarios, de apostar decididamente a la transformación digital de sus organizaciones, aprovechando herramientas de inteligencia artificial, buscando eficiencia y la automatización de los procesos, mejorando la experiencia del cliente y guiando la toma de decisiones a través de los datos, porque como decía William Edwards Deming, “Solo creo en Dios, todos los demás ¡traigan datos!”.

Este no es un problema solo a nivel de organizaciones, los datos en la región escasean, más allá de ejercicios como “Ibagué cómo vamos” y recientes esfuerzos de organizaciones como Fenalco, encontrar una línea base de información no es nada fácil, situación que dificulta la llegada de inversión, la toma de decisiones de empresarios y de gobiernos locales.

Estos esfuerzos, aunque importantes, son solo el punto de partida. En la CCI se encuentran registradas más de 30.600 empresas, con una informalidad que ronda el 50%, cifra que solo corresponde a 11 de los 47 municipios del Tolima. Por esta razón, los retos serán cada vez más demandantes. Los empresarios debemos cambiar el chip, debemos ver la tecnología y las soluciones digitales no como un gasto, sino hacerlas la columna vertebral de nuestros ejes estratégicos, ser más ágiles y tomar mejores decisiones. El departamento y la gente dependen de que lo hagamos bien, esto permitirá traer desarrollo económico y bienestar para un Tolima grande porque, señores, como se dice popularmente, podemos dar resultados o excusas, pero no ambos.

Por: Santiago Echeverri, MBA Ejecutivo