“Apoyaré una reforma que cambie el poder de las EPS”: Wilson Cediel

 Wilson Cediel es miembro del Colegio Médico del Tolima y hace parte de la Junta Directiva de la Federación Médica Colombiana.
Crédito: Juan Camilo Garzón / EL NUEVO DÍA.
El médico y candidato a la Cámara por la Coalición Centro Esperanza dijo que de llegar al Congreso promoverá un cambio en el manejo financiero de las EPS y una inversión para los hospitales públicos que están en situación de desamparo. 
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¿Por qué aspira a la Cámara de Representantes?

 

He decidido pasar a la apuesta política ante la preocupación de las personas que en los últimos años han levantado un valioso reclamo porque ven que las cosas no van bien. Hoy más gente ha caído en la pobreza y la clase media, los profesionales e independientes sienten con rigor la crisis. La apuesta es interpretar el malestar de la ciudadanía, para que se exprese en las urnas.

Los jóvenes y las mujeres, afectadas especialmente por la situación económica, deben interesarse en participar, porque, mientras hay mucha apatía, los responsables de aplicar las políticas no se han conectado con las causas de los problemas y no resuelven temas como la falta de oportunidades para los jóvenes y el acceso a los servicios de salud. 

 

Como médico usted conoce desde adentro las falencias del sistema de salud. ¿Cuáles son las líneas de una reforma?

 

En el país llevamos casi 30 años de un modelo de salud que convirtió esto en un vulgar negocio. Solo hasta 2015 se declaró el derecho fundamental a la salud, pero no basta con que la norma lo diga. El sistema hoy presenta más quebrantos que nunca: hay 17 EPS en lista para liquidación e intervención, procesos que afectan el acceso a los servicios a los afiliados y dejan deudas inmensas para los hospitales y las clínicas. 

Desde la Cámara de Representantes es nuestro deber apoyar una reforma seria que cambie el poder de las EPS para manejar un sistema que se ha venido desmoronando y adelantar una inversión fuerte para que en más de 700 municipios del país que solo cuentan con un hospital público de primer nivel, donde ni siquiera hay un aparato de rayos x, salgan de la situación de desamparo. 

 

En el fondo, ¿qué implicaría reformular ese poder de las EPS? ¿Se contemplaría eliminarlas?

 

Que se les cambie el manejo financiero que han tenido durante todos estos años. Las EPS pueden seguir administrando, porque es necesario que alguien dé trámite a las necesidades de sus afiliados y que los servicios se presten, pero no como ha venido funcionando, en un sistema en el que manejan, recaudan y pagan los recursos que quieren y cuando quieren. Es una relación perversa. Las EPS se volvieron un sector dominante del sistema de salud y son quienes dicen cómo, cuándo y dónde pagan. Ha sido mucha la corrupción que se ha vivido en el sistema de salud por ese manejo financiero de los recursos.

 

¿Ha servido de algo el Acuerdo de Punto Final para sanear las deudas?

 

El paso de las deudas no se han materializado ni cumplido. Eso afecta a una clínica que debe prestar un servicio de calidad, tener inversión y posibilidad de pagar a su personal. Una clínica no puede funcionar si no hay un pago adecuado. En medio de una economía de mercado, la situación de la salud no funciona, entonces en Ibagué, por ejemplo, una clínica cerrada es tomada por un conglomerado internacional como Sanitas. Es decir, cada vez está llegando más capital extranjero a tomarse las clínicas y la prestación del servicio.

El proyecto de ley que presentó el Gobierno en medio de la pandemia, impulsado por Cambio Radical y Germán Vargas Lleras, planteaba una política de alianzas público privadas para enajenar la red hospitalaria pública, para entregársela al sector privado y muchos hospitales que han liquidado, con el modelo actual, están ahora en manos de capital financiero internacional. Ahí tenemos una férrea posición de defensa del patrimonio público, pero también de la red privada que hacen parte del desarrollo nacional. 

 

¿Usted por qué viene haciendo hincapié en la necesidad de cambiar el enfoque de la salud en la prevención?

 

Porque tenemos situaciones muy graves con enfermedades que no se previenen y cuando la persona ha perdido su salud, ha perdido todo y se encuentra con todas las dificultades de acceso a una atención. La idea es que el sistema de salud vuelva a mirar hacia un enfoque de prevención y la promoción de las actividades saludables. Antes teníamos equipos de trabajo para intervenir en las familias y comunidades, pero eso se abandonó muchos años.

 

 

“Tolima debe rescatar su sector productivo”

 

Al alto desempleo, ahora se le sumó que somos la ciudad con más inflación. Desde su actividad parlamentaria, ¿qué haría para mitigar esa situación?

 

Aquí hemos padecido una pandemia muy dura, pero, sobre todo, hemos padecido una mala política. Tolima es un departamento con vocación agropecuaria, pero la política aplicada en estos años, como los tratados de libre comercio, va en contravía de que muchos sectores se desarrollen y se pierdan cantidades de fuentes de empleo. El café y el arroz, así como la cadena algodón-textil-confección, han sido atacados por esta política económica. 

No es por ineficiencia del empresario, es que no tenemos cómo competir con los productos que vienen del extranjero. Entonces, Tolima debe rescatar su sector productivo e industrial y, en la situación tan crítica en la que estamos, se requiere una política de empleo público que solucione los afanes más inmediatos del desempleo en ciudades como la nuestra. 

 

¿Considera que la representación tolimense se ha quedado corta en estos temas?

 

Con raras excepciones, los congresistas tolimenses han hecho todo en contra del desarrollo del departamento. Ahí radica el fondo del asunto. Hay una tendencia a votar más a la Presidencia y descuidar el Congreso, que es donde se generan políticas que tienen aplicación por muchos años y que afectan a la ciudadanía directamente. Creo que Tolima y Colombia han dado muestras de querer un cambio en el manejo político y en el rumbo que le han trazado al país. No es fácil. El proceso electoral es supremamente corrupto. 

Como decía Carlos Gaviria, son candidatos empresarios que pagan para llegar y luego llegan a robar. El llamado a los tolimenses es a que analicen bien a quién le van a dar su voto y no se dejen enredar por el clientelismo. El resultado de un voto comprado a cambio de cuatro años de malas políticas, es una desatención a los problemas de la gente. 

 

¿Qué le ofrece el proyecto de la Coalición Centro Esperanza en el momento político y social del Tolima y Colombia?

 

Esta lista de la lista de la Centro Esperanza parte de representar a nivel nacional ese sentimiento de descontento. Estamos presentando una propuesta de cambio real y genuino. Las personas que hacemos parte de la lista no hemos estado tanto en la política pero sí hemos estado en los sectores gremiales y la lucha social por medio ambiente, el agro, el  transporte, las mujeres y los jóvenes. 

Somos personas que pensamos en que la política debe hacerse por convicción y con un sentimiento de servicio público. Ahora, un gobierno como el de la Centro Esperanza pretende hacer un cambio de rumbo en muchas de esas políticas sin dar saltos al vacío, con propuestas realistas y sin hacer alianzas con los mismos que han desbaratado la economía del país.

 

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Credito
Redacción El Nuevo Día.

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