Martha Alfonso

Carlos Osorio 

Archivo / EL NUEVO DÍA Una de las preocupaciones que logró poner de acuerdo a la bancada de congresistas del Tolima fue la poca asignación presupuestal que tuvo la región para la próxima vigencia.

Luego de tres meses de discusión, la reforma tributaria fue aprobada en medio de críticas y un sinfín de reflexiones a su alrededor. Sobre su recaudo, se estableció un monto de $20 billones de pesos frente a la ‘cuota’ inicial, que estaba presupuestada en la suma de $50 billones.

Sobre el transcurso de su constitución, el proyecto “para la igualdad y la justicia social” de Petro tuvo múltiples cuestionamientos frente a cómo estaría distribuido dicho rubro entre las regiones, su incidencia en el bolsillo colombiano y las diferencias que provocaría en determinados sectores económicos.

En síntesis, el impuesto al patrimonio aplicará a las grandes fortunas que tendrán tarifas de entre 0 y 1,5 %. La tarifa más alta será transitoria. En cuanto al tema de la cárcel para evasores, la misma será cuando sea por tercera vez reincidente y por un monto de más de 1.000 millones de pesos.

Los llamados impuestos saludables también pasaron en medio de fuertes controversias, de los cuales se excluyeron el pan, la miel, el dulce de leche, el bocadillo y las obleas. La ley precisará que el impuesto para las bebidas aplicará a partir del 1 de julio del 2023 y el de los alimentos, desde el 1 de septiembre del próximo año.

Se cayó el impuesto a las iglesias; el 4x1000 ya no se aplicará a movimientos en cuentas bancarias inferiores a $13,3 millones al mes; no pasó el impuesto a las pensiones. En cuanto a las zonas francas, las mismas tendrán el 20 % del impuesto sobre el valor que exporten, mientras que deberán asumir el 35 % cuando sus productos se comercialicen en el mercado local.

Posición de la bancada tolimense

En la región, la discusión de la incidencia tuvo su espacio en múltiples ocasiones dentro de la agenda política. 
Semanas atrás, el debate tuvo como ‘epicentro’ la asignación que tuvo el Tolima frente al presupuesto del próximo año, el cual sería supuestamente ‘subsanado’ con el recaudo de la reforma tributaria, toda vez que el mismo solo tuvo un incremento del 9,3 %.

Desde entonces, pocas intervenciones se han dado desde el grupo de congresistas tolimenses. La representante Martha Alfonso, por su parte, apoyó durante múltiples oportunidades la reforma tributaria. 

En sintonía, Olga Beatríz González, una de las más ‘sugestionadas’ por el presupuesto, también mostró gratitud al proyecto tributario, pues este será ‘motor’ para varios proyectos alrededor de la recientemente aprobada ley de la ‘Paz total’, tópico con el cual la congresista liberal se ha ‘decantado’ con vehemencia.

“Con pasos firmes avanzamos en una Reforma progresiva, que permitirá inversión social y disminución del déficit fiscal. Con justicia social y tributaria nos iremos acercando a la paz que tanto anhelamos los colombianos”, trinó la representante liberal.

Desde el ‘ala’ del ‘barretismo’, filiales a la adhesión del partido Conservador al gobierno Petro, se han realizado algunas apreciaciones específicas sobre la reforma tributaria en tópicos como el de gravar a las iglesias, temas que fueron ‘tachados’ del proyecto tributario inicial. 

Oposición y claridad ‘en solitario’

Por otra parte, desde la Comisión IV de asuntos presupuestales y administrativos, el representante del Centro Democrático Carlos Edward Osorio, abanderó desde los inicios del ‘álgido’ debate tributario su oposición a la reforma tributaria de Petro.

“Afectará a todos por igual y el desarrollo económico de Colombia. Por innecesaria, inoportuna, regresiva y porque afectará, por igual, a los que tienen más y menos ingresos, el Partido Centro Democrático no vota la Reforma Tributaria”, criticó Osorio Aguiar durante debate en plenaria.

Y complementó: “es innecesaria, porque si hay recursos aprobados en el presupuesto del año 2023 y porque creció, también, el presupuesto de regalías para las regiones. Es inoportuna porque se presenta en el peor momento, cuando se avecina una recesión económica. Es regresiva porque afecta por igual a los sectores de mayores y menores ingresos”.

Conciliación tributaria 

A puerta cerrada y con la presencia del equipo del Ministerio de Hacienda y seis congresistas de la coalición de gobierno, se dio la concertación de la ley de reforma tributaria para llevar en las próximas horas un texto definitivo para que sea aprobado en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes.

Aunque en otras ocasiones la conciliación es más abierta y con la presencia de varios partidos, en esta ocasión siguieron los mismos ponentes, es decir por el Senado están Clara López y Juan Diego Echavarría, mientras que por la Cámara lo hicieron Álvaro Monedero y Jorge Bastidas, además que estuvieron los presidentes de las Comisiones III del Senado y Cámara, Gustavo Bolívar y Katherine Miranda.

Ese mecanismo de trabajo ha sido fuertemente cuestionado por diferentes sectores, por ejemplo, el senador independiente Humberto de la Calle Lombana, quien en una carta a los conciliadores les señala que “la reforma tributaria que ha sido aprobada por el Senado de la República y la Cámara de Representantes, además de ser en términos generales progresiva, ha sido tramitada durante tres meses sin necesidad de llegar a la víspera de navidad cuando el país se concentra en asuntos espirituales o familiares y no políticos, como históricamente hacían los gobiernos tradicionales”.

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