El debate por la regularización del cannabis tiene ‘tanto de largo como de ancho’. Esta semana, en la Comisión Primera del Senado fue aprobada la reforma en tercer debate, a vísperas de ser retomada en cinco discusiones para convertirse en un cambio constitucional.

Colprensa / EL NUEVO DÍA De ser aprobado el proyecto, la regularización podría entrar en ‘trámite’ a partir del próximo año. 

El proyecto que busca permitir la regulación, compra y venta del cannabis, fue autoría del representante liberal Juan Carlos Losada, quien mencionó que de continuar con la aprobación que ha gozado en proyecto, “el año que viene se podría tener un mercado legal en Colombia”. 

La iniciativa fue votada por mayorías, además de ser la primera vez que la discusión escala al Senado de la República, toda vez que en el pasado, el debate obtenía su negativa en comisiones de la Cámara.

Por su parte el ministro del Interior, Alfonso Prada, sostuvo que “es un avance, nunca antes había llegado a esta discusión en el Senado el consumo recreativo del cannabis, para que se tenga en la producción de marihuana una fuente de vida digna de la economía. Ya lo hay en España, lo propio en varios estados de los Estados Unidos, Colombia está rezagada frente a esa necesidad de reglamentar esa producción y hacerla de forma controlada por el Estado para ser una de las fuentes de ingreso importante para campesinos y para el erario nuevos y frescos recursos”.

Deliberación tolimense

La discusión, como todo debate ‘neurálgico’, tiene posiciones en contra y a favor. Y es que la sensibilidad del debate es tal que, para la aprobación en Comisión Primera de Senado, el congresista David Luna tramitó su objeción de conciencia para abstenerse al voto.

Desde el Tolima, los diferentes actores políticos que conforman la ‘cuota’ tolimense en el Congreso de la República, toman partido en el debate con algunas posiciones encontradas entre sí. 
Para la representante Martha Alfonso, de la coalición Alianza Verde y Pacto Histórico, la regularización del cannabis de uso adulto es un trámite que “está en mora por una cuestión normativa” en el país. 

“En Colombia es legal la dosis mínima de marihuana, pero es ilegal venderla. Eso conlleva a que muchos adultos que consumen de manera recreativa esta sustancia, lo tengan que hacer en condiciones de clandestinidad que van generando una serie de riesgos a la seguridad de las personas, alrededor de la venta y tráfico de cannabis”, precisó Alfonso Jurado.

Además, la legisladora piensa que una coherencia normativa, además de regular la venta y su consumo, abre la posibilidad de que “Colombia pueda producir e, incluso, exportar cannabis de uso medicinal y terapéutico en condiciones de legalidad y de manera regulada”, por lo que encuentra ventajas en términos de producción, comercialización, procesamiento y agregación de valor a la producción misma de cannabis. 

En sintonía, la representante liberal Olga Beatriz González Correa está de acuerdo con el proyecto de regularización. 

“En el mundo entero, prácticamente está casi definida la regulación y legalización por muchas razones. Primero por los adultos mayores porque esto no es para los jóvenes. El consumo recreativo en adultos acarrea una gran campaña de prevención y educación frente al consumo de estos psicoactivos. Pero las personas adultas tienen la responsabilidad y madurez de tomar la decisión de consumirlo”, opinó González Correa. 

Además de amparar su uso medicinal, la congresista liberal considera que la regularización podría traer avances en materia de salud y de tejido social, y también como “un mejoramiento porque genera rentas al Estado, que depende de una política pública correcta y aceptada que haga prevención”.

“Pero el consumo es individual, ni yo ni el Estado puede coartar las libertades individuales. El mundo entero debe pensar en la legalización de todas las drogas porque la violencia y los muertos los pagamos los países que no somos consumidores”, concluyó González Correa.

En contravía, el ‘gamonal’ y senador conservador, Óscar Barreto, expuso su contrariedad al proyecto bajo las premisas morales que rodean los idearios de su colectividad, es decir, la negativa bajo la “defensa de la familia y protección a los jóvenes”. 

“El cannabis destruye los sueños y el futuro de miles de colombianos. Los integrantes del Partido Conservador, se opusieron argumentando que más allá de los principios, hay convicciones que no permiten acompañar la iniciativa.

Como país, debemos garantizar el desarrollo y bienestar de las futuras generaciones. Desde el Congreso seguiremos luchando en defensa de los principios y valores de la familia, la seguridad y el bienestar de todos los colombianos. Además, esto sería exponer de forma más temprana a las nuevas generaciones en el consumo de droga, y que después accedan a sustancias mucho más peligrosas”, apostilló Barreto Quiroga.

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