El as de espadas del tolimense Camilo Rengifo

Camilo Rengifo practica la esgrima desde los 10 años. En Ecuador, hace poco logró la licencia como arbitro internacional de este deporte junto con otro tolimense y un bogotano.

“La esgrima tiene sus orígenes en la Edad Media, aún cuando la espada se utilizaba como arma defensiva; destrozaba armaduras y con ella se atacaba a los caballeros en medio de la batalla”

Sin embargo, cuando se conoció la pólvora y con ella las armas de fuego, la hoja de filo fue desplazada como arma de ataque y defensa para ser reemplazada como un objeto de entretenimiento o como parte de una actividad deportiva. Desde entonces, esta actividad deportiva conocida como esgrima, ha logrado convocar decenas de jóvenes en los campos de “batalla” en un coliseo deportivo.

Camilo Rengifo desde los 10 años practica con el sable, una de las tres armas que se usan en la esgrima para el combate. “Es un arma de convención y de velocidad”, precisa Camilo en entrevista con EL NUEVO DÍA.

“La esgrima exige mucha preparación física. Para practicar este deporte se requiere de mínimo tres minutos de juego seguido, en constante movimiento. Dependiendo del arma, este debe ser mucho más lento o rápido, pero sigue siendo exigente. En el caso del sable es mucho mas rápido y requiere de velocidad, reacción y una explosión de piernas”, explica Rengifo.

¿Alguna vez sintió que debía actuar como un sable?
Sí. Hace poco en Ecuador cuando presenté mi examen para ser árbitro internacional. Decisiones rápidas y seguras. Firmes.

¿El combate más duro?
Hace un año cuando murió mi abuelo.

¿Su mejor sable?
Mis mejores amigos. Jhon Reyes y Julián Garzón, amigos de infancia y universidad. Luis Miguel Hernández y Juan Esteban Sánchez, ellos son mis mejores sables.

¿Ha estado por fuera del campo de batalla?
He estado a punto, pero siempre termino haciendo buenos movimientos.

¿El peor touché?
Intentar estudiar medicina cuando no me gustaba, ni me apasionaba.
Estudié tres semestres, pero no le ponía amor ni el empeño que requería una carrera de tal magnitud.

¿Cree que su contrario ha descubierto su punto débil?
No.

¿Mejor combate?
Cuando entre a estudiar Derecho, luego de intentar con la Medicina. Ya llevo dos semestres.

¿Ha sentido su sable pesado?
No y espero no sentirlo.

¿En alguna ocasión una mala decisión arbitraria lo ha perjudicado?
Tal vez cuando comencé a estudiar medicina, en un intento de llevarle la corriente a mi familia.

¿Cuál ha sido su mejor maniobra para esquivar un touché?
Pelear en silencio. Para discutir se necesitan dos personas y evito al cien por ciento entrar en ese juego.

¿Cuándo le ha tocado retroceder para conseguir la victoria?
Darme cuenta que no me gustaba la medicina y decidir no continuar. Inscribirme al programa de Derecho en la Universidad de Ibagué y arrancar de nuevo, pero ya con la satisfacción de estudiar algo que amo; ha sido uno de mis mejores movimientos para conseguir una victoria.

Sabía usted que...
El sable moderno deriva del arma que usaban antes los soldados de caballería. Tiene un protector en forma de hueco, que se curva bajo la mano, y una hoja en forma de T en sección transversal. Los tocados o puntos se pueden conseguir embistiendo con la punta o, produciendo un corte con el filo de la hoja. La competición de sable resulta rápida y emocionante para los espectadores.

Recuerde que...
Camilo Rengifo y Fabián Prieto fueron seleccionados para viajar a Ecuador y participar por las licencias que los acredita como árbitros de la esgrima. Tolima se trajo estas dos licencias gracias al esfuerzo de cada uno de estos deportistas.

Practico esgrima desde los diez años
“Mi primer acercamiento con la esgrima se dio gracias a Frank Montoya. Recuerdo que en ese tiempo la liga de esgrima del Tolima quedaba justo debajo de las graderías del coliseo, en las piscinas olímpicas. Ese fue mi acercamiento con las pistas”, expresa Camilo.

Luego de entrar a la liga, uno de los momentos que más recuerda Rengifo, es su bautizo “es algo que uno como deportista nunca olvida. Mi monitora Carol Cruz, (ahora mi entrenadora) y Frank Montoya me bautizaron cortando mi cabello. En el momento se siente tristeza, pero con el pasar del tiempo es una felicidad, además es una aceptación en el grupo”, concluyó.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios