Enrique Camargo Quiñónez podrÃa ser llamado por muchos como el “amo y señor de las cámarasâ€, pues atesora más de 300 ejemplares, pero él simplemente se define asà mismo como un apasionado del arte fotográfico.
Su extensa colección de dispositivos utilizados para capturar imágenes, comprende variados modelos desde 1880 hasta nuestros dÃas, que permiten hacer un amplio recorrido por la evolución de este artefacto.
Muchas de las cámaras análogas que tiene en su poder fueron adquiridas en un periodo aproximado a 50 años, unas importadas, otras compradas a sus colegas o familias que las tenÃan en sus casas sin ningún uso.
En general cada una de las 'piezas' de este tesoro, tiene un inmenso valor sentimental para Camargo Quiñónez, pues las fue comprando a medida que su pasión por la fotografÃa iba aumentando.
Todas las cámaras están en perfectas condiciones, es decir, se pueden tomar con ellas las fotos del recuerdo, pero hay un problema: algunas no se pueden utilizar porque en el mercado no se encuentran repuestos ni la pelÃcula para el revelado.
A pesar del cariño que les tiene su propietario, gran parte de estas cámaras antiguas están lejos de su mirada, guardadas en una serie de cajas, debido a la falta de un espacio donde poderlas exhibir para que den testimonio del fascinante arte de atrapar la imagen.
“Me gustarÃa mucho tener un lugar donde la gente las pudiera apreciar, por tanto al carecer de él prefiero conservarlas intactas donde hoy reposan. Distintas personas se han acercado a mà indicando que se las regale con el fin de mostrarlas en un museo, pero creo que me costó mucho como para obsequiarlas, entonces el que las quiera deberá pagar por ellasâ€, indicó.
La colección de este fotógrafo de renombre, nacido en Buenaventura y residenciado en Ibagué desde el año 62, le recuerda a diario que debe obrar con espíritu profesional.
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EL NUEVO DÍA
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