Dos librerías podría abrir la Universidad del Tolima

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Con la ratificación de este anuncio hecho por el rector (e) Héctor Villarraga en la pasada Feria del Libro de Bogotá, se consolida el interés de la alma máter de generar mayores niveles de lectura.

En cerca de dos meses se espera que entren en funcionamiento dos nuevas librerías en la Capital Musical, iniciativa que promueve la Universidad del Tolima y que sería materializada en sus dos sedes principales.

En el campus del barrio Santa Helena y en Los Ocobos, de la calle 10 con avenida Quinta, estarían ubicados estos nuevos recintos, que fueron anunciados por el rector (e) de la institución, Héctor Villarraga, al término de la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Según lo indicó el escritor Libardo Vargas Celemín, vicerrector (e) de Desarrollo Humano de la institución de educación superior, en dichas librerías se contempla una sala que contemple la lectura, la tertulia y la presentación de libros nuevos.

Ante ello, explicó que “de la construcción que se va a hacer aquí ya se está terminando el diseño y se espera entregarlo esta semana para cotizar; lo de la calle 10, que va a quedar en el primer piso, son unas pequeñas adecuaciones que no tardan mucho”.

Y agregó que “el proyecto ya está y ya están siendo hechos los planos lo más rápido posible. El Rector (e) dice que (podrían iniciar las librerías) en un mes, aunque yo pienso que en unos dos o tres meses entraría en funcionamiento”.

Vargas Celemín aclaró que aunque en la actualidad hay unos primeros 70 números de publicaciones de la Universidad, en la actualidad existe un diálogo con importantes empresas que se dedican a géneros variados.

“También va a haber de editoriales como Siglo XXI, El Siglo del Hombre, Anthropos y Paidós; en estos momentos estamos haciendo contacto con todas las editoriales del país, es el caso de Magisterio; no va a ser únicamente literatura sino algo variado”, señaló.

De doble propósito
El funcionario advirtió que con estos espacios se pretende suplir una sentida necesidad cultural y, a su vez, aumentar los niveles de lectura de los ibaguereños, que, según reconoció, son tan bajos como los que actualmente tiene Colombia.

“Las directivas de la Universidad observaron que existe una gran carencia de librerías de diferentes materias, y que los niveles de lectura nuestros son los mismos del país, bajos, de unos 2.5 libros por año”, explicó.

Y agregó que ante esto se decidió crear las librerías, con el ánimo de hacer más asequibles los libros y generar una cultura de la lectura en la ciudad, por lo que se hace un esfuerzo económico y administrativo.

Pero dejó claro que a esta noble intención se suma “hacer de la Universidad un espacio agradable y amable y también cumplir un compromiso misional como institución pública, para una formación integral y una mayor calidad de vida”.

“Consideramos que ese es un aporte fundamental a mejorar de la calidad de vida intelectual de los tolimenses”, concluyó.
    
Además, según sugirió Vargas Celemín, implementar una librería en una de las esquinas de la calle 10 ayudaría a reforzar la condición de Eje Cultural con que ha querido ser dada a conocer el segmento de esta vía entre el Parque de la Música y el Panóptico.

Cosas varias
Una de las intenciones fundamentales de las librerías es que quienes acudan a ellas tengan una opción diferente a encontrar un libro en Internet, pues la gente los tiene ahí, pero no son lo mismo, según indicó.

“También para que la gente se entusiasme, se entere de las más recientes publicaciones y pueda comprarlas. Las ventas de libros son difíciles en una ciudad con altos indicadores de desempleo y que no está acostumbrada a la adquisición de los mismos,”, expuso.

De igual forma, dejó claro que “no es lo mismo ir a una biblioteca, donde los prestan temporalmente, que tener la posibilidad de adquirirlo físicamente”, aunque aclaró que bibliotecas como la Darío Echandía han cumplido un gran papel histórico.

“Presta un servicio muy grande a Ibagué, si no existiera esto sería un golpe muy duro para la formación del ciudadano y la visión de ciudad, porque una ciudad que no tenga librería no está dialogando con el mundo, que no tiene una visión amplia de lo que ocurre”, puntualizó.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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