“Sigo sintiendo adrenalina, emoción y miedo en el escenario”, Pau Donés

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Jarabe de Palo estará en Colombia luego de dos años fuera de los escena. Pau Donés, el vocalista de esta agrupación, habló con Colprensa de su enfermedad, del regreso de la banda y del éxito de su nuevo trabajo discográfico.

Luego de dos años de ausencia en los escenarios, la icónica banda española Jarabe de Palo está de gira mundial y llegará a Colombia el próximo 6 de octubre, para presentar su trabajo discográfico ‘50 palos’, recientemente nominado a los premios Grammy latinos como Mejor Álbum de Rock.

Desde marzo, fecha en la que salió este álbum, la banda ha recorrido cerca de 60 ciudades en el mundo brindando conciertos, al igual que promocionado el libro que acompaña este trabajo musical, y que lleva el mismo nombre. En total son 120 conciertos los que tiene planeados hacer la agrupación durante 2017.

Su vocalista, Pau Donés, habló con Colprensa sobre su gira, la vida, los años de ausencia en los escenarios, el proceso de reconexión de la agrupación después de tanto tiempo sin tocar juntos y del éxito de este nuevo álbum, que ocupa el tercer lugar de la lista de discos más vendidos en España.

- ¿Por qué nace ‘50 palos’?

Porque estamos de celebración. Mis 50 años, los 20 de la agrupación y de que ‘La flaca’ empezó a sonar por todas las emisoras del mundo. Entonces nos planteamos un proyecto que tuviera que ver con la música pero también conmigo, como líder de Jarabe de Palo y compositor.

- En ese sentido ¿qué encuentra la gente en este nuevo trabajo?

Grabamos un disco con las canciones más conocidas de la agrupación más un tema nuevo que escribí en los últimos años. Queríamos que este disco fuera diferente a los que ya la gente conocía, pese a que son los mismos éxitos. Montamos las canciones en un cuarteto muy clásico, con piano de cola, violonchelos, contrabajo, percusión y guitarra.

- ¿Se podría decir que es un trabajo mucho más maduro?

Creo que este trabajo tiene mucha calidad. Es algo mucho más acústico de lo que veníamos haciendo. Hay más espacio para que los matices afloren y haya dinámica entre la voz y los instrumentos. Es un álbum que si estás en casa o vas viajando en coche, de seguro te evocará muchos momentos en los que escuchaste a Jarabe de Palo, pero de forma más emotiva.

- Hablemos de ‘Humo’, la canción inédita que aparece en el álbum.

Digamos que es la canción que representa el disco. La escribí a la vida, al amor. La hice en el momento en que sentía que la vida se me escapaba, se iba. Muestra un poco cómo es el momento del grupo ahora. Es una buena compañía para temas que están en el disco como ‘La flaca’, ‘Depende’, ‘Bonito’, ‘El lado oscuro’, ‘Agua’ o ‘Déjame vivir’.

- Casi no se habla del libro que acompaña este disco, pero entiendo que es un componente fundamental para usted...

Sí. Ahí me abro mucho a la gente. Tiene que ver con un montón de pensamientos, ideas y anécdotas que quería compartir. Es de carácter muy personal. Hablo de mi vida, de mi historia, del sexo, de la libertad, de la humanidad, del éxito, del fracaso. De un montón de cosas que tenía ganas de soltar. El público puede conocer un poco más de ese personaje que ve en tarima.

- A propósito de los escenarios, ¿cómo fue regresar después de tanto tiempo?

En el escenario siento lo mismo. La emoción de estar ahí es muy difícil de explicar. Siento adrenalina, excitación, inseguridad. Pero es lo mismo que he sentido siempre y me encanta. Me gusta sentir ese momento cuando te dicen un, dos, tres y empieza la música. Es un viaje de dos horas muy emocionante.

- ¿Cómo fue la reconexión con los integrantes del grupo?

No fue difícil, porque teníamos muchas ganas de volver y nunca dejamos de estar conectados. No nos costó para nada.

Estamos tocando juntos, como siempre, Andrea Amador en el violonchelo, Jaime de Burgos en el piano de cola, Jordi Vericat en los bajos y yo en la voz, la guitarra y la percusión.

-Pero ¿en algún momento el cáncer les ha dificultado este regreso a la escena?

No ha sido tan difícil. No me impide vivir. Vivo casi como si no lo tuviera y solo le dedico cinco minutos del día. No lucho contra él. Centro mi energía y mis pensamientos en la música, lo mío. Pensé que me iba a costar mucho, pero qué va, siento como si no hubiera pasado el tiempo, como si fuera ayer que estábamos en concierto.

- ¿Cómo se siente después de esta experiencia?

El cáncer me reconectó con mi vida cotidiana. Había estado dentro o encima de la obra, pero muy desde la orilla. Volver a tener contacto con la vida cotidiana me gustó, porque redescubrí momentos que aportaban gran nivel de felicidad y sosiego. Volví a disfrutar de preparar el desayuno a mi hija y llevarla al colegio, estar con mis amigos, visitar a mis hermanos, ir al supermercado. Cosas para las que antes no tenía tiempo, pues siempre estaba viajando.

- En varias ocasiones usted ha hablado de desestigmatizar esta enfermedad. ¿A qué se refiere?

Hay mucho desconocimiento frente al cáncer y eso provoca mucho miedo. La gente piensa que se asemeja a la muerte y no es así. Ese pensamiento causa un efecto muy doloroso en quien lo padece y en sus seres más queridos. Entonces quise cambiar esa idea. Creo que se debe normalizar la situación: hay muchas personas que están vivas y lo sobrellevan como cualquier otra enfermedad crónica.

-En ese sentido ¿cuál es la lección más importante que quieres trasmitir a la gente?

Que la vida es ahora. No hay que pensar en enfermedades, hay que pensar en vivir y aprovechar al máximo.

Credito
COLPRENSA

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