“Tengo una disciplina férrea que me ha sostenido”

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El ‘Oráculo de Tulúa’, como es conocido, contó por qué continúa escribiendo desde la provincia e influyendo en la opinión pública del país. Además habló del panorama actual que vive el país y lo que viene con la “generación del pulgar”. Aseguró no sentir odio por nadie.

Con más de 50 años ‘cantándole las verdades’ a políticos y empresarios del país, bien sea desde la radio, sus novelas, columnas periodísticas o de frente -como lo hace siempre en primera instancia-, Gustavo Álvarez Gardeazábal dice no haber un descanso todavía.

Aunque se ha dado el tiempo y el espacio para decir lo que piensa y de alguna manera exponer una radiografía de Colombia, se mantiene estricto con el análisis y la producción de sus ideas, que han trascendido hasta la internet, con un actual proyecto llamado ‘El Jodario’.

‘El Gurú’, como también lo llaman, contó por qué es preocupante la actualidad política, económica y social luego del cambio de Gobierno y lo importante de recorrer el territorio para conocer sus necesidades de primera mano.

EL NUEVO DÍA: ¿En este momento cómo se encuentran sus facetas de periodista, escritor y político?

GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL: En una tranquilidad total porque hago lo que me gusta, cada vez salgo menos en razón a mi salud y porque poco me gusta ahora viajar; sin embargo, me gozo todo y trato de sacarle partido a cada cosa. Me he preocupado mucho a lo largo de mi vida para que en lo poquito que me resta me siga preocupando.

E.N.D.: ¿Con cuál de esas facetas se queda?

G.A.G.: He hecho tantas. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, y he hecho unas burradas meritorias, pero no me arrepiento. Las satisfacciones que he tenido me han permitido conseguir unos chips que me borran todos los malos ratos y por eso no tengo capacidad para odiar.

E.N.D.: Y a pesar de todo, de tanto, ¿cómo ha esquivado todas esas flechas que le han tirado?

G.A.G.: Quienes han sido mis verdugos, me los encuentro y converso como si no hubiera pasado nada. Esquivado con una caparazón de tortuga que fui adquiriendo con los años y que nadie la recibe porque eso pesa mucho; yo no sé porqué no me han matado, han sido varios intentos y la he pasado feo.

E.N.D.: ¿Es necesario siempre hablar sin tanto enredo?

G.A.G.: Pues yo lo he hecho y me ha ido bien, me siento muy satisfecho. Llevo 52 de 73 años de vida dedicados a escribir, hice ‘Un anarquista de derecha’, un libro para conmemorar mis 50 años de columnista.

E.N.D.: ¿Qué le hace falta a la política colombiana?

G.A.G.: Humor. Todos son serios, enclaustrados, no tienen ningún humor; la política hay que hacerla con humor, el éxito que tuvimos en La Luciérnaga fue que le metimos humor a la crítica política.

E.N.D.: ¿Cómo encuentra el actual Gobierno?

G.A.G.: Igualito a como lo había advertido yo, lo repetí muchas veces y se lo dije a Uribe, ‘va a resultar peor que Santos, el tipo es falso’. Está poniéndose el vestido que necesita, la pregunta que se hace uno hoy a cuarenta días es ¿quién es el Presidente, quién manda? Uribe se perdió, ya se dio cuenta que el tipo no tiene con qué.

E.N.D.: ¿Y cómo terminó el Gobierno de Santos?

G.A.G.: Muy mal referenciado nacionalmente y muy bien vendido afuera.

E.N.D.: ¿Colombia es sinónimo de novela?

G.A.G.: (Risas). Mire las mías, ‘Los cantos del Parque de Boyacá es eso, el resumen de cómo este país se ha matado por la venganza y la envidia. Y aumenta, pasa con las redes que lo que han hecho es aumentarlas, son fruto de la mentira.

E.N.D.: ¿Qué le depara al país, está condenada al olvido?

G.A.G.: No. Los colombianos estamos siempre en la capacidad de volver a repetir los errores, porque no hemos sido capaces de aprender de los que hemos cometido.

E.N.D.: ¿Cómo logra llegar a ese ‘punto de equilibrio’ para tener fuentes de todos los extremos?

G.A.G.: Aprendí a mirar la realidad, la misma que ustedes miran pero no la ven.

E.N.D.: ¿Es usted de amigos y enemigos?

G.A.G.: Para alguien que actúe como yo, siempre ha de tenerlos. Tengo amigos frenéticos y enemigos perversos.

E.N.D.: ¿A qué le tiene miedo?

G.A.G.: Bien lo decía Hernán Peláez, a que yo no le tengo miedo a tener miedo.

E.N.D.: ¿Qué piensa del reconocimiento ‘Vida de Palabras’?

G.A.G.: Aunque constantemente me visitan buses y buses de estudiantes, este me parece meritorio y hasta me atreví a revisar sus textos.

E.N.D.: ¿Cómo sigue escribiendo tanto y desde la provincia?

G.A.G.: Tengo una disciplina férrea que me ha sostenido, y es algo que agradezco profundamente a las monjas Franciscanas del colegio en donde estudié los primeros años. Dedico tiempo a cada una de las columnas.

 

DATO

Aunque ha sido blanco de varios atentados, el periodista y escritor vallecaucano se siente satisfecho de lo que ha hecho por más de 50 años, diciendo lo que piensa y sin ninguna restricción. Asegura que antes de volver a enseñar “prefiero vender papas en la galería de Tulúa”. 

Credito
ALEJANDRA CAVIEDES

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