Si bien dar y recibir un obsequio son situaciones cotidianas, no sólo de esta temporada, con mucha frecuencia tanto quienes regalan como quienes reciben, tiene comportamientos inadecuados.
Muchos disfrutan de regalar a los demás, pero les cuesta recibir de los otros y a otros les gusta recibir pero poca atención le prestan al dar, en una y otra situación se debe tener en cuenta ciertos detalles para que este momento sea grato para las dos partes.
Es preciso recordar que en el acto de regalar debe primar el afecto y agrado con que se realiza, sobre el costo que el artículo entregado pueda tener.
Al elegir el obsequio no compre lo primero que se le ocurra, piense en la persona que lo va a recibir, lo que le gusta o sus pasatiempos, ello le ayudará a seleccionar algo que pueda disfrutar o ser útil.
El empaque también cuenta, cuide que se vea empacado con esmero, ahora en el mercado se encuentran bolsas o cajas muy prácticas para estos casos, no necesariamente costosas, la creatividad y buen gusto ayuda a enriquecer el obsequio.
Cosas muy sencillas pueden logran un mayor impacto o recordación. Lo importante es el detalle. No subestime su obsequio. No lo entregue diciendo: “perdone lo poquito”, “perdone la bobadita”, “es una bobadita pero con mucho cariño”. Entréguelo con entusiasmo y con una palabra amable.
No pregunte a la otra persona si le gustó. Tenga la certeza que siempre le dirán que sí aún cuando les parezca bien feo o inútil. Lo que si puede añadir, si es el caso, es la posibilidad de cambio si no le queda bueno o por otro color si lo desea.
Quien recibe debe abrir el paquete tan pronto se lo entregan. No diga “Lo guardo para abrirlo en la noche, o más tarde lo abro”. Es de buen gusto permitir que quien se lo entrega vea el entusiasmo con que lo destapa.
Responda el obsequio con unas palabras amables y estimulantes para quien tiene la gentileza de regalárselo. Un “Gracias” no es suficiente. Diga, por ejemplo, “este color me gusta mucho”, o “seguro me será de muy útil”, “hace días quería uno así”, “me hacía falta” entre otros. La idea es hacer sentir bien a la otra persona.
Cuide sus gestos, recuerde que ellos hablan más fuerte que las palabras y que es fácil por la cara que usted hace advertir lo poco que le gustó lo que recibió. Pero si la persona le da la oportunidad y le dice que puede cambiarlo si no le queda o ya tiene, pues aproveche y tome esa posibilidad.
Si el regalo no se lo entregan personalmente, llame lo más pronto que pueda para avisar de su recibo y agradecerlo. Si recibe unas flores, igual llame a dar las gracias.
Si da un regalo en el ámbito empresarial, no obsequie artículos muy personales, por ejemplo ropa. En estos casos, hay que cuidar lo que entrega para que no vaya a incomodar a quien lo recibe.
Tenga en cuenta un obsequio le dice a la otra persona que lo aprecia o quiere, así que preste atención tanto a lo que entrega como a la forma en que lo recibe.
Comentarios