A poco más de un mes para que se cumpla un año de la tragedia acaecida tras el desplome de un palco en las corralejas que tenían lugar en la plaza Gilberto Charry en El Espinal, que dejó cuatro personas muertas, entre ellas un menor de 14 meses, y más de 300 heridos, la Procuraduría General de la Nación profirió pliego de cargos al alcalde Juan Carlos Tamayo Salas.

Vía comunicado, la entidad indicó que tal determinación obedeció a “la presunta contratación irregular de una persona sin experiencia para organizar las festividades taurinas”.

Cabe decir que la PGN había anunciado dos días después del hecho que generó conmoción y distintos cuestionamientos, el inicio de una investigación disciplinaria en contra del mandatario, pues en su momento no respondió los requerimientos sobre planes de atención de desastres.

Recientemente la Procuraduría Provincial de Instrucción de Girardot, emitió el auto No° 0505, donde además de resolver proferir pliego de cargos para el burgomaestre y el secretario de Hacienda y Tránsito municipal, Efrey Bocanegra Ortíz, señaló que ambos habrían participado en la etapa contractual con desconocimiento de responsabilidad, por lo que provisionalmente calificó la conducta como falta gravísima a título de dolo.

¿Qué encontró?

En el oficio, si bien se menciona que para el aprovechamiento económico del espacio público en el cual se construyeron los palcos, el secretario de Hacienda suscribió un contrato con Jhon Fredy Oliveros Calderón, se advierte que el mismo se ejecutó pese a que no se constituyó una póliza de responsabilidad civil extracontractual y tampoco se canceló, por concepto de uso de espacio público, un emolumento correspondiente a $5 millones, asunto que era deber del contratista.

En esa misma línea se aseveró que, conforme con el manual de contratación del municipio, el contrato se perfeccionó, pero no se legalizó y, por tanto, no podía ejecutarse. 

Por su parte, sobre Oliveros Calderón, se reseña que aclaró que su experiencia laboral se ha limitado a desarrollar las labores agrícolas. A su vez, reveló que nunca antes había organizado un evento similar. Incluso, contó que su contacto con tal tipo de espacios proviene del hecho de que cuando era menor de edad acompañaba a sus padres a llevar a cabo la organización de tales espectáculos en pueblos del Tolima y Cundinamarca.

“Según lo reconoce el propio contratista, el alcalde de El Espinal, Juan Carlos Tamayo Salas, le dijo con un mes de anticipación al evento, que él sería la persona que se encargaría de organizar las festividades taurinas”, reza en el documento, donde además se manifiesta que Oliveros Calderón fue autorizado por el mandatario para iniciar las labores concernientes a la construcción de la plaza de toros antes de que se firmara el contrato.   

Asimismo, la Provincial indicó que la administración municipal “nunca le exigió requisito alguno para celebrar el contrato, limitándose el contratista a presentar un cronograma de actividades taurinas a ser desarrolladas durante los días 25 y 26 de junio de 2022, sin efectuarse ningún análisis en torno a su idoneidad, ni exigir una mínima organización o capacidad financiera, administrativa o logística que permitiera garantizar el éxito de un evento de la magnitud del que debía desarrollar”.  

Y si bien el contratista habría avisado tanto al alcalde como al secretario de Hacienda que no le era posible conseguir la póliza en cuestión, pues al parecer existía una negativa de parte de las aseguradoras para amparar los riesgos derivados del desarrollo de las corralejas, las mismas tuvieron lugar, apuntó la entidad.

En ese sentido, se cuestionó que el evento se llevara a cabo “a sabiendas de que no se contaban con las garantías necesarias para proteger los derechos de los afectados, en un acto irresponsable y que pone en evidente riesgo el patrimonio de la entidad territorial”.

Más detalles

En el marco del apartado de acervo probatorio, la Procuraduría enlistó, en el denominado cuaderno No. 1, un oficio mediante el cual Carlos Yepes, comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de El Espinal, señaló que tal institución no fue requerida “por ninguna entidad para realizar la inspección previa a la construcción en la cual se desarrolló la corraleja”.

Entretanto, en el cuaderno No.3, se trajo a colación el informe técnico - científico emitido por la Dirección Nacional de Investigaciones Especiales, con respecto a las posibles causas del desplome de la estructura.

Así pues, se referenció que todo el montaje fue efectuado de manera artesanal, y que los palcos no contaron con diseño estructural alguno que certificara que los mismos reunían las condiciones de seguridad ante las cargas de servicio, sismos, entre otros.

Igualmente, se expresó que la “persona delegada por la Alcaldía para ejercer la supervisión durante la construcción de los palcos no contaba con formación profesional para determinar la capacidad estructural y de resistencia de los materiales”.

De hecho, en torno a la guadua empleada para la construcción de los palcos, y que según el informe fue llevada desde Armenia, se indica que luego de ser cortada era cargada en el camión, “sin pasar por ningún proceso de almacenamiento o tratamiento para mejorar sus características mecánicas”, reza en el oficio.

Es así que incluso se reportó, a partir del registro fotográfico realizado por funcionarios de la Fiscalía, que en la guadua empleada se observó una gran cantidad de guadua verde. Es de mencionar que el informe añade que “no estuvo presente ninguna autoridad haciendo vigilancia o seguimiento al ingreso de personas en los palcos”.

¿Quién estuvo atento a la estructura?

Entre lo reseñado respecto al testimonio del ingeniero forestal Jaime Orjuela Reyes, quien conforme con la entidad estuvo a cargo de la revisión de las estructura, ejercicio que habría iniciado el 19 de junio del año anterior, se indica que recomendó, en algunos casos, “profundizar los huecos en los cuales se ubicaban las guaduas de soporte, el plomo de las guaduas y el cambio de guaduas rajadas”.

Aunado a ello, el día del desplome, y cuando la plaza estaba desocupada, no advirtió anomalía alguna en la estructura. A su vez, dijo “que en su opinión la plaza estuvo bien construida y que se cumplieron los requisitos técnicos, dijo que cada palquero se hacía responsable de su construcción y que nunca tuvo relación alguna con el empresario y que el municipio no tuvo injerencia directa en la construcción de los palcos”, se cita en el auto.

“Saldremos adelante”

Ante la situación, esta redacción consultó al mandatario Juan Carlos Tamayo Salas, quien acotó que fue notificado el pasado jueves por la Procuraduría Provincial de Instrucción de Girardot en torno al pliego de cargos en su contra.

“Junto con los asesores, la ayuda de Dios, saldremos adelante, tendremos que atender los requerimientos de la Procuraduría, ellos están haciendo su trabajo, oficio, y nosotros vamos a empezar a tener la defensa”, dijo Tamayo Salas.

Y concluyó: “Confiamos en las decisiones de los órganos de control del estado, que saldrán a favor de nosotros”.

Juan Carlos Tamayo Salas, alcalde de El Espinal.

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