Con seguridad se ha oído hablar de que el Uribe Uribe es un barrio de la ciudad que ha afrontado los problemas de la delincuencia y de la drogadicción, quedando, de esta forma, estigmatizado como un barrio peligroso.

Sin embargo, desde hace más de ocho años un grupo de personas quiso transformarlo en un lugar donde también es posible fortalecer el tejido social que se ve deteriorado en los sectores más vulnerables de la ciudad.

Así, lograron hasta el momento no sólo reconstruirlo en su ámbito social, sino también convertirlo en un proceso modelo de lucha, fortaleza y transformación en la ciudad.

El Uribe Uribe, barrio que estuvo abandonado por más de una década, ahora cuenta con la presencia constante de la Policía Metropolitana, un centro de salud, un polideportivo, espacios dedicados a la naturaleza, una institución educativa y un salón comunal, “permitiendo que los jóvenes se encaminen a otras actividades y no sean arrastrados por la drogadicción”, dice el presidente de la Junta de Acción Comunal, Enrique Vélez Gutiérrez.

Mencionan sus habitantes que, acogiéndose a los diferentes programas sociales ejecutados directamente por el Gobierno nacional, se ha involucrado al adulto mayor y a los niños en los desayunos y almuerzos comunitarios. Sin embargo, denuncia ante la Secretaria de Educación que para este año los 215 niños que estudian en la I.E. San Luis Gonzaga no han recibido el primer desayuno, siendo una población vulnerable y necesitada.

También y con el apoyo del Sena se está capacitando a 70 mujeres en Sistemas, gracias a 20 computadores portátiles que facilitó la Administración local. “Con estas capacitaciones se pretende también que las mujeres no lleguen a temprana edad a ser madres, ya que muchas de ellas han tenido que abandonar sus estudios para sostener a sus hijos”, recalca el Presidente de la JAC.

La pionera de transformación
Por otro lado, el sacerdote de la parroquia San Judas Tadeo, padre Luis Fernando Aguirre, cuenta que la iglesia ha hecho presencia en el sector llevando las obras de la Pastoral Social, el programa de Banco de Alimentos, entregando leche de soya y “posteriormente se traerá mercados de bajo costo a las familias, para que ellas puedan acceder a dichos alimentos”, señala.

La iglesia también ha aportado al proceso de formación cristiana de 78 niños, llevando la catequesis y ofreciéndoles visitas para conocer el estado real de sus núcleos familiares.

Seguridad
Este aspecto ya no es punto neurálgico para el barrio. Habitantes como María del Carmen Ramírez dicen que “eso fue una ‘mala racha’ de los años 70, pero desde que hay CAI todo ha cambiado, el barrio no es como lo pintan”.

El Presidente reseña con orgullo que el general de la Policía Rodolfo Palomino y el comandante de la Policía Metropolitana, coronel Fernando Murillo, frente a los medios de comunicación reconocieron que el barrio era seguro para visitantes y habitantes, “pero quitarnos la percepción que hay será el reto”, dice.

Este líder dice, además, que “erradicar la drogadicción que arrastraba a nuestra comunidad a las ‘ollas’ de la ciudad se logró cuando con los líderes y el apoyo de la comunidad se decidió tomar de nuevo el control del barrio”.

Historia
Sus habitantes reseñan que el barrio se llamó Rafael Uribe Uribe, “el gran batallador de la guerra de los mil días”, dice Vélez, pero sin mayores explicaciones agrega que se le quitó el Rafael y fue así como quedó registrado en la Personería Jurídica.

María del Carmen Ramírez reseña que “el barrio fue fundado el 19 de marzo de 1969, cuando las familias de Pedro José Villanueva, Ricardo Vélez Lora, Eliécer Osorio y Pedro Suárez recibieron las escrituras de las tierras, lo que ahora constituye sus hogares, poblando el sector que para ese entonces eran sólo cafetales y caminos de herradura”.

Ramírez añade que “el barrio ha tenido suerte con los presidentes de las juntas de Acción Comunal, quienes siempre han velado por el bienestar de la comunidad y el desarrollo del barrio, logrando una buena infraestructura, pese a algunas necesidades y problemas que aún tienen”.

Los planes
Gustavo Cabezas, director de la Defensa Civil del barrio Uribe Uribe, dice que en compañía de la Junta se llevan a cabo obras, como la siembra de ocobos, que se logró con la participación de Cortolima.

Expresa, también, que la comunidad requiere de alarmas de seguridad, implementos para atender emergencias invernales con el fin ofrecer garantías a las personas que viven en la invasión de La Playa uno y dos.

“Queremos organizar el parque, aún no sabemos cómo, pero queremos pintar el Machín y el Nevado del Tolima, para que todos identifiquemos la naturaleza que nos rodea”, concluye Cabezas.

Personajes
María del Carmen Ramírez y Pedro José Villanueva son unos de los primeros fundadores del barrio. Su nobleza y dedicación hacia el sector los han convertido en protagonistas de la transformación del sector.

Don Pedro, con orgullo menciona que la misma gente ha sido quien ha transformado el sector, señalando su barrio dice, “allá (entrada del barrio), sólo eran cafetales, la primera construcción que hubo fue una pieza que luego se convirtió en la institución, nosotros luchamos por todo esto y vea todo lo que hemos logrado”.

Por su parte, la Señora Carmen, quien pertenece a la Defensa Civil, cuenta que cuando llegó al Uribe era enfermera y le correspondió una época de mucha epidemia, pero siempre estuvo dispuesta e interesada con el bienestar de la comunidad y de lo que constituye una parte de su vida: el barrio.

Ficha técnica
Comuna: 11
Estrato: uno
Ruta de busetas: 83
Barrios cercanos: Los Mártires, La Martinica y La Playa Uno y Dos.

Necesidades                                                                             
1. Desayunos escolares y servicio del agua óptimo
2. Programas de planificación
3. Adecuación de la cancha deportiva
4. Mantenimiento del puente

Es así como el Uribe Uribe se ha convertido en todo lo contrario a la percepción que tienen  los ibaguereños; el sector es seguro, humilde y de gente luchadora que ha construido con sueños una sociedad mejor.