Obra de puente Baraya - Alpujarra necesita adición mayor a $2 mil millones

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Pasados dos años desde que se adjudicó la construcción del puente Delicias entre Alpujarra (Tolima) y Baraya (Huila), la obra sigue sin arrancar, situación que llama la atención de los habitantes de esta parte del Tolima, que consideran que transitar por la estructura actual es un riesgo.

Con respecto a este tema, el mandatario de Alpujarra, Alexánder Díaz Martínez, explicó que una vez se adjudicó el proyecto, se evidenció que los estudios y diseños debían ser actualizados.

“Hecha esa etapa, se concluyó que hay que adicionarle un recurso, por lo que el Gobierno departamental del Huila como el del Tolima, ya se pusieron de acuerdo, para hacer dicha gestión en febrero”, dijo el mandatario.

Si se cumple este propósito la idea es que la obra comience en marzo.

Díaz Martínez, recordó que inicialmente, la intervención estaba estimada en $5 mil 300 millones, pero según los estudios entregados por la interventoría, la adición debe ser superior a los $2 mil 600 millones.

Al ser un vía del orden secundario, cada Departamento aportará el 50 por ciento del dinero que hace falta.

El burgomaestre indicó que el puente Delicias que cruza sobre el río Cabrera, es la conexión de municipios como Prado, Dolores y Alpujarra con Baraya, Tello y Neiva. “Es una región importante la que será beneficiada con esta obra”.

Mientras se ejecuta la inversión, el paso para tráfico pesado está restringido, “para vehículos grandes como mulas, el paso es complejo, pero tráfico liviano estamos pasando, nos toca hacer uso de ello porque no hay por dónde más, obviamente, tomando medidas y asumiendo un alto riesgo”.

En la adjudicación de 2017 se dio un plazo de seis meses para adelantar la construcción del puente de 68 metros.

Asimismo, cabe recordar que ya son cerca de nueve años, el tiempo que lleva la comunidad esperando por la intervención de este paso. El arreglo se dio a raíz de una acción de tutela que interpuso la comunidad, porque el puente se convirtió en un riesgo.

Y aunque en 2014 se pudo conseguir los recursos, hubo cuatro procesos contractuales, que se declararon en su momento desiertos, por lo que fue hasta el 2017 con la adjudicación que hizo la Gobernación del Huila que la obra revivió.

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EL NUEVO DÍA

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