En Prado cuestionan contratación de calamidad pública

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍA
Contenido Exclusivo
El pasado viernes se registró un nuevo desprendimiento de material, tras un fuerte aguacero, en el embalse de la represa Darío Echandía de Prado. El hecho generó alarma en la Estación de Policía y entre los propietarios de vehículos que estaban en la zona. 
PUBLICIDAD

El pasado viernes se registró un nuevo desprendimiento de material, tras un fuerte aguacero, en el embalse de la represa Darío Echandía de Prado. El hecho generó alarma en la Estación de Policía y entre los propietarios de vehículos que estaban en la zona. 

De inmediato, la situación generó varios cuestionamientos, pues hace aproximadamente seis meses el Municipio decretó la calamidad pública y dispuso de recursos, para atender mitigar riesgos. 

El exconcejal Carlos Orjuela comentó que en ese entonces, la comunidad buscó apoyar la situación,  pero el alcalde Luis Ernesto Castañeda no lo permitió y recurrió a una declaratoria que conllevó a una contratación de $262 millones.

“Y el contratista no cumplió, porque dejó todo el material en la misma loma, y debido a las altas lluvias que cayeron el fin de semana, volvió a caer a la Estación de Policía y parte del Puerto”.

Orjuela agregó que tras el suceso, los trabajadores de la Administración municipal llegaron al lugar al levantar el material, “no entendemos por qué razón el Alcalde no hace cumplir las pólizas de cumplimientos, es algo de inconformidad de la comunidad”. 

Al parecer, parte del contrato era retirar la arena que quedara suelta en la montaña, pero “al contratista, nunca se le vio el empeño de bajarlo”.

El exconcejal indicó que ante las evidencias, se generan duda sobre la efectividad de la inversión. 

¿Qué dice el Alcalde?

En dialogo con el mandatario Luis Ernesto Castañeda, explicó que en Semana Santa, la emergencia ocurrió por el desprendimiento de tres rocas que estaban ubicadas en la parte alta de la montaña.

Tendiendo en cuenta la magnitud del daño y las condiciones del lugar, se acudió a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Cortolima, a la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, al igual que, a la de Infraestructura Departamental. 

También, se recurrió al Batallón de Ingenieros del Ejército Nacional, organismo que recomendó contratar profesional con experiencia en el tema y en el uso de cemento expansivo, pues no se podía usar dinamita. 

Para no cerrar el lugar, en época de reactivación económica, se recurrió a decretar la urgencia. 

Las actividades contempladas incluyeron taladrar las rocas cada 20 centímetros, con una profundidad determinada según estudios, y en cada perforación se le inyectó cemento expansivo. El cobro del material retirado fue por metros cúbicos.

“Ellos cumplieron con el máximo de su contrato, con las cantidades estipuladas, demolieron las rocas y evacuaron lo que demolieron.

“Nosotros contratamos la demolición de las tres rocas, el riesgo eminente que producían, mas no contratamos una empresa para que desapareciera la montaña, que sigue ahí”.   

El Alcalde explicó que debido la composición arenosa de la misma, se sigue viendo caída de material con la lluvia, “que nos ha ayudado a descender el material y a que se lave el sector”, circunstancia que daría certeza que está quedando limpio y lo que se ve son residuos. 

Este artículo es de nuestro periódico impreso.

¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro! Lo invitamos a seguir leyendo aquí

 https://digital.enuevodia.com.co/library

También lo puede adquirir en físico.

 

Credito
REDACCION TOLIMA

Comentarios