Colombia, entre la “ramplonería” y el “mesianismo”

Qué vaina, carajo!!!  Últimamente, a los colombianos nos inducen a votar, no por el mejor, sino el menos “pior” de los candidatos a la Presidencia de la República. Faltando ocho días para los comicios electorales, la incertidumbre es total. No se sabe cuál rumbo  tomar.

La “paranoia” en su máxima expresión

Google define muy ejecutivamente  la “paranoia” como la “desconfianza no realista de los demás o sensación de ser perseguido. En grados extremos, puede ser una señal de enfermedad mental”. Ni más ni menos. A esa percepción es que nos ha llevado nuestro sistema político. A que los temas no se debatan abiertamente, así sean de claro interés general. La “mass media”, cómplice muchas veces de los corruptos que “los engrasan”, azuzan e incitan al “Estado llano”, como diría Álvaro Gómez Hurtado sobre la gente común y corriente.

De lejos, los mejores

“Modestia aparte” y, al observar tanto los debates en los medios , como los discursos en plaza pública y los programas de gobierno de los candidatos a la Presidencia de la República, sin lugar a dudas, la mejor dupla para ejercer el cargo más importante del país y su Vicepresidencia, es la conformada por Sergio Fajardo y Luis Gilberto Murillo. Al “profe” Sergio, lo hemos visto en su lucha por llegar a ocupar la Primera Magistratura, antecedido de una gran experiencia en el sector público y no, en cualquier escenario. Ni más ni menos, fue en el manejo de la Alcaldía de Medellín y en la Gobernación de Antioquia, en donde demostró sus grandes capacidades para la resolución de conflictos y, todo ello en etapas y coyunturas espacio-temporales bastante complejas. El éxito en su gestión, fue reconocido nacionalmente.

¿Quién le teme a Sergio Fajardo?

¿Quién le tiene miedo a Fajardo? Tal vez, nadie. Fuera de los corruptos, ningún colombiano o habitante de nuestra nación, con los cinco sentidos bien puestos, le tiene temor al candidato del Centro Esperanza. Los “fundamentalistas”, tanto de izquierda, como de derecha, le critican su centrismo.

¿Se vislumbra, otro “chocorazo” en el Tolima?

Para los neófitos en el tema, la palabra “chocorazo”, es un “colombianismo” que quiere decir “fraude en elecciones”. El escritor Juan Gossaín, realizó una magnífica averiguación sobre el término que se utiliza ya desde hace varias décadas en nuestro país.  El trabajo  se puede encontrar en la web del periódico “El Tiempo” correspondiente al día 5 de noviembre de 2020.

¿Qué…. Nos robaron? ¡Sí, nos robaron!

Las elecciones del pasado 13 de marzo sacaron a flote, muchas de ‘las fallas’ que aquejan al sistema electoral colombiano. ¿Cómo creer en un método, cuando ese procedimiento es manejado por personal sin escrúpulos? Cuando, a sabiendas de la falta de credibilidad que aqueja al establecimiento colombiano, ‘juegan con candela’ al quitar votos, suprimirlos, dañarlos a propósito para anularlos, redireccionarlos a favor de sus ‘padrinos’, etc., etc?

¿Revocar el nuevo Congreso?

A grandes problemas, grandes soluciones… y rápidas. El malestar producido por el manejo de las elecciones del pasado 13 de marzo, ha dejado grandes sinsabores a la opinión pública. Los partidos políticos de todo “el espectro” colombiano, cuestionan los resultados. 

¿Revocar el nuevo Congreso?

A grandes problemas, grandes soluciones…. y, rápidas. El malestar producido por el manejo de las elecciones del pasado13 de marzo, ha dejado grandes sinsabores a la opinión pública. Los partidos políticos de todo “el espectro” colombiano, cuestionan los resultados. Protestan los unos y protestan los otros. Muchos señalan a la Registraduría y, la verdad, se diría que más bien la culpa la tienen los grandes “capos” regionales que, son los que de alguna forma “orientan”, sobre quiénes van a ser los “contratistas” que aparentemente, van a coadyuvar a instrumentalizar las votaciones: mejor dicho, los “recomendados”.

“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”

La anterior frase, adjudicada equivocadamente al expremier  británico Wiston Churchill, fue esbozada originalmente por el teórico-político y filósofo francés  Joseph de Maistre (1753 - 1821) y ha sido complementada por grandes pensadores políticos como André Malraux  (1901- 1976)  que la perfecciona diciendo: “No es que la gente tenga el Gobierno que se merece, sino que tienen a los gobernantes  que se le parecen”. La anterior apreciación,  cae “como anillo al dedo” a nuestro Tolima.

¿Al borde del abismo?

Resulta un poco “manido” recabar sobre la caótica situación por la que atraviesa nuestro país y, lo importante que va a ser el resultado de las elecciones de congresistas, el próximo domingo 13. Todos, todas, y “todes” mencionan lo mismo. Uno que otro, le antecede elementos históricos que, de alguna forma, reafirman que se pueda dar ese “devenir” expuesto por el filósofo griego Heráclito de Éfeso, en el que asegura la posibilidad de cambio en una cosa que existe. Y que “nada es constante en este mundo, excepto el cambio”.