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La diligencia de aporte a la verdad que cumplió el exjefe guerrillero Rodrigo Londoño ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por el homicidio del politólogo y economista ibaguereño Jesús Antonio Bejarano , así como otras cinco personas, no aclaró las dudas de las víctimas.
Durante la audiencia pública, Londoño aseguró no tener mayor información sobre el asesinato de Bejarano, pero indicó que la estructura Joselo Lozada, que le rendía cuentas al Bloque Oriental, fue la responsable de perpetrar su muerte.
“Me queda difícil responder algunas inquietudes, porque yo no estuve en la reunión o en las discusiones que se hicieron para tomar esa decisión, y tampoco hicimos al interior de la organización una valoración de los hechos”, afirmó el exjefe.
Para el Eduardo Bejarano, hijo del exconsejero de paz, quien fue asesinado en septiembre de 1999 en la Universidad Nacional, el testimonio de Londoño no trasciende de una declaración que carece de pruebas fidedignas que comprueben la versión de las extintas Farc de que fueron los autores de ese asesinato, pero dicen desconocer quién y por qué se ejecutó esa orden.
“La confiabilidad de todo lo que digan las Farc no se puede basar solo en palabras porque esto no es un acto de fe. En este caso, tiene que ser un acto sustentado en evidencias contundentes que tengan que mostrarle a la JEP y el país, pero hasta ahora no las han mostrado los señores de las Farc. Me preocupa que esto pueda ser una tomadura de pelo. No sé si aquí la verdad, una vez más, se le va a escapar al país. Es hora de que estos señores realmente asuman su papel de una manera mucho más responsable”, afirmó.
Para Bejarano, un convencido de que el acuerdo de paz fue el camino acertado para el país, los excomandantes guerrilleros están quedando en deuda con las víctimas y con el proceso en sí, pues el homicidio de su padre y las otras seis personas mencionadas están quedando en una simple incógnita.
“Muchos que apoyamos y seguimos creyendo en el proceso de paz lo hacemos buscando verdad, esa verdad que la justicia ordinaria, en el caso de mi papá, se negó a mostrar o fue incapaz de mostrar. Pero con estas declaraciones contradictorias y sin evidencia, pues me parece que los señores de las Farc están quedando en deuda con las víctimas y el proceso de paz”, dijo.
Algunas de las hipótesis que se han manejado como supuestas motivaciones del asesinato señalan que se debió a que fue presidente de la Sociedad de Agricultores Colombianos (SAC) o porque fue consultor del Ministerio de Defensa o porque supuestamente había participado en la negociación con el M19, cuando, en realidad, Jesús Bejarano ejercía como asesor de la Oficina de paz. Ninguna de esas tres teorías está soportada en una prueba física o documental.
“En este momento no me importa que ellos sigan insistiendo en que fueron ellos los autores, sino que muestren pruebas verídicas. De lo contrario, que la JEP actúe y desestime estos testimonios, porque usted no puede seguir afirmando cosas sin ofrecer evidencias. Esto es una prueba para la JEP de que no puede fiarse sólo del testimonio sino que tiene que exigir pruebas que lo confirmen”, señaló.
“Sigo esperando que la JEP, que ha dado muestras de independencia, ecuanimidad y seriedad, actúe de esa misma manera en el caso de mi papá, exigiéndole a estos señores evidencias”
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