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la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi, y su Cámara Induarroz, se apersonaron de la tarea de brindar las recomendaciones necesarias al sector arrocero, con el ánimo de mejorar su competitividad para enfrentar las importaciones que, a 2030, entrarán sin arancel.
La directora de la Cámara Induarroz, Sandra Avellaneda, el pasado martes 28 de febrero presentó un estudio que recoge diferentes puntos relacionados con la competitividad de los diferentes eslabones de la cadena productiva de este cereal.
En un diálogo con EL NUEVO DÍA, la líder gremial conversó acerca de la competitividad del sector arrocero y los principales desafíos que enfrentan para la producción del grano de cara al 2030.
EL NUEVO DÍA: ¿Qué estudio socializa la Cámara Induarroz en Ibagué?
Sandra Avellaneda: El estudio de Fedesarrollo “La competitividad de la cadena del arroz: Un compromiso de la industria con el bienestar del agricultor” que realiza un profundo diagnóstico del sector, formula recomendaciones a los actores de la cadena productiva y traza la hoja de ruta para que el arroz colombiano sea competitivo para el año 2030.
Se trata del más actualizado estudio en la materia porque recoge el contenido de estudios precedentes y se realizó con base en un amplio trabajo de campo, con 400 encuestas a agricultores, 60 entrevistas con actores de todos los eslabones de la cadena, cinco talleres en las cinco zonas arroceras del país y la validación con expertos agrícolas, entre ellos el actual ministro de Hacienda y Crédito Público, doctor José Antonio Ocampo y el exministro de Agricultura doctor Carlos Gustavo Cano.
Además del diagnóstico, el estudio plasma un total de 63 recomendaciones para lograr el objetivo de tener un sector arrocero más competitivo.
E.N.D: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector arrocero a 2030?
S.A.: El principal reto que enfrenta la cadena productiva del arroz en Colombia es concertar entre sus actores y desarrollar una agenda de competitividad con objetivos comunes, visión de largo plazo y con enfoque exportador, que nos permita enfrentar con éxito la desgravación arancelaria con Estados Unidos que termina el 1 de enero de 2030.
Tenemos solo siete años para atender ese gran reto y lograrlo exige compromisos diversos e inaplazables de cada uno de sus integrantes. Este estudio es el aporte de la Cámara Induarroz a nuestros agricultores y aliados, es una herramienta importante y valiosa para definir y adelantar las tareas indispensables para tener un sector arrocero competitivo, próspero y consolidado para el año 2030.
E.N.D: ¿Con los índices de producción actuales del arroz, se abastecería la totalidad de la demanda nacional?
S.A.: Colombia es un país con vocación arrocera, pero por ser el arroz un cultivo de ciclo corto su producción presenta ciclos excedentarios y escasos. El reto no es solo producir arroz sino hacerlo a menores costos por kilogramo para poder ofrecer al consumidor un precio justo y competir con el arroz foráneo de cara a la apertura del mercado, y lograr además exportar los excedentes de producción.
E.N.D: ¿Se podría pensar en grandes exportaciones del producto?
S.A.: Sí se puede pensar en exportar arroz, podemos lograrlo y para ello todos los eslabones del sector debemos adoptar una visión de cadena compartida enfocada en la competitividad, que supere las discusiones coyunturales y esté orientada a reducir costos de producción y aumentar rendimiento por hectárea y encontrar nichos especiales de exportación, como el arroz con denominación de origen de la Meseta de Ibagué.
E.N.D: ¿Cuáles son las limitaciones existentes para la cadena productiva del arroz?
S.A.: Según Fedesarrollo, tenemos rezagos importantes de productividad en el eslabón primario, de allí la importancia de la transferencia de tecnología y de conocimiento a los agricultores para lograr un excelente manejo del cultivo, aumentar los rendimientos por hectárea y ganar eficiencias en la estructura de costos de producción.
Todos, como cadena, debemos aportar a este trabajo, con el objetivo común de alcanzar la competitividad.
E.N.D: ¿Cómo se podría optimizar el rendimiento de los cultivos para una mayor producción?
S.A.: La tecnología y las prácticas agrícolas para optimizar el rendimiento del cultivo existen, se evidencian en la actividad de algunos agricultores que ya han logrado elevar su productividad y reducir costos a los niveles requeridos, pero no se está utilizando masivamente.
Nuestra tarea consiste en extender esa capacidad a la totalidad del sector a través de los programas de transferencia de tecnología y la articulación de la política pública y la iniciativa privada.
E.N.D: ¿Existen herramientas tecnológicas que contribuyan a una mejor productividad del arroz?, ¿cuál es el aporte de estas?
S.A.: El estudio identifica que los ingredientes principales para mejorar la productividad son: el uso de la semilla certificada, la aplicación de buenas prácticas agropecuarias; universalizar la mecanización; el uso de la agricultura de precisión y climáticamente inteligente; la construcción de reservorios basados en el programa de cosecha de agua lluvia; estrategias de consumo diferenciadas para cada consumidor y crear productos con valor agregado en los que el arroz como cereal marque la diferencia.
Estas herramientas contribuirán a la productividad de la cadena. Además, la cadena requiere un cambio cultural que involucre a todos los actores del sector en la aplicación de nuevas tecnologías e innovaciones agropecuarias encaminadas a un mismo objetivo de largo plazo.
E.N.D: ¿Qué mecanismos legislativos podrían ser implementados para fortalecer la competitividad del producto?
S.A.: El liderazgo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y su debida articulación con el Congreso es fundamental en la definición y desarrollo de la anhelada agenda de competitividad del sector arrocero, así como en la provisión de bienes públicos transversales y la creación de mecanismos de apoyo sectorial que promuevan la competitividad.
La implementación del Plan de Ordenamiento Productivo del Arroz, política del Ministerio de Agricultura, marcará la hoja de ruta sectorial para lograr la competitividad y este estudio plantea cerca de 63 recomendaciones para su ejecución.
E.N.D: Si bien el arroz nacional compite con su calidad, ¿cómo se podría competir en cuestión de precios?
S.A.: Como lo concluye Fedesarrollo, la única forma de competir es creando e implementando una agenda que nos permita hacer los ajustes requeridos en el costo de producción por tonelada, definiendo tareas, plazos, metas e indicadores para cada uno de los agentes y lo más importante trabajando todos unidos, con articulación pública privada; pues solo a través de una cadena cohesionada, inclusiva, colaborativa y con relaciones de confianza lograremos superar este desafío.
DATOS:
El cultivo del arroz es la fuente principal de ingreso para 16.000 agricultores que se verían afectados si no asumen una postura de competencia que les permita enfrentar más producción a un precio más bajo.
El arroz con denominación de origen de la Meseta de Ibagué es un ejemplo de calidad del producto.
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