¿Y dónde está Elissa?

Una nueva reforma tributaria, esta vez con nombre de mujer, se está “cocinando” en el Ministerio de Hacienda. Aunque aún no se sabe con exactitud lo que será la propuesta definitiva que planteará el Gobierno nacional, sí se conoce el nombre: ELISSA (Equidad, Limpieza, Sencillez, Seducción y Adaptación Internacional).

El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, explicó que la reforma pretende hacer el sistema más eficiente, modificar valores en el pago de impuestos para que sea más equitativo, y simplificar los trámites para “convencer” al contribuyente.

Los cambios
Una de las modificaciones que se ha podido conocer es la reducción del articulado del estatuto tributario; hasta hoy son cerca de mil 200 artículos, el próximo tendría máximo 900.

Otro punto que se tendría en cuenta para el nuevo estatuto es la eliminación de beneficios de carácter particular que permiten exenciones a empresarios millonarios, según aseguró el Ministro del sector.


También se conoció que habrá impuestos para los sectores como minería, que hasta ahora ha sido beneficiado con eliminación de tributos y una marcada evasión. De acuerdo con la Dian, en el 2010 el aporte de ese sector fue de $5,6 billones, pese a que debieron pagar $15,3 billones.


La equidad para con los contribuyentes es otra meta de la reforma.


Según el ministro Echeverry, la idea es que quien más gane más pague, y no como ahora, que quien más aporta es quien menos tiene ingresos.


“Mientras que a un independiente que gana el salario mínimo se le retiene el 11 por ciento, y nunca se le devuelve lo que se le retuvo debido a que no presenta declaración, una persona que gana más de cinco millones de pesos puede hacer deducciones y termina pagando un cinco por ciento”, explicó.


De acuerdo con el Ministro, la idea es que el sistema sea amigable, equitativo y que se adapte a las normas internacionales.


Explicó que la reforma no busca aumentar recaudo de impuestos en el corto plazo, sino limpiar un código de más de mil artículos que es muy intimidatorio.


El IVA también será tocado por Elissa. La idea es unificar tarifas y ampliar los productos gravados.


Según Fedesarrollo, quizá la forma más razonable de proceder para atender los enormes retos en el diseño de una reforma tributaria estructural sería la siguiente. En primera medida, estimar cuánto podría aumentar el recaudo al incrementar al máximo posible el número de bienes gravados con IVA al 10 y al 16 por ciento; unificar la tarifa de renta de las empresas en un nivel que, si bien debe ser inferior a la actual tarifa general de 33 por ciento, con seguridad debe ser muy superior a la privilegiada tarifa de 15 por ciento hoy en día aplicable a empresas en Zona Franca uni-empresariales; disminuir lo máximo posible el nivel de renta exenta de forma de aumentar el número de personas naturales que paga impuesto de renta; remover al máximo posible las dudosas prácticas de planificación tributaria que han permitido a empresas y, sobre todo, a personas naturales que perciben las mayores rentas, reducir sus obligaciones para con el fisco.


Los impuestos hoy
Son varios los impuestos que actualmente en el país se constituyen en la base de ingresos. El impuesto a la renta es uno de ellos: lo pagan tanto las empresas como las personas naturales. Con respecto a las empresas, existe gran cantidad de exenciones y tarifas diferenciales.

Actualmente las empresas deben pagar 33 por ciento como impuesto a la renta, 15 por ciento si operan dentro de una Zona Franca. Por otro lado, las personas naturales deben pagar un impuesto que va del cero al 33 por ciento de su renta gravable.


El costo fiscal de las rentas exentas y las deducciones a personas naturales se ubica ligeramente por debajo de uno por ciento del PIB.


Otro gravamen es el impuesto al Patrimonio. Este se cobra directamente sobre la posesión de bienes o demás derechos apreciables en dinero, tanto de empresas como de personas naturales. Sin embargo, aseguran expertos de Fedesarrollo,  en la actualidad sólo 51 mil personas naturales son objeto de este tributo en Colombia en virtud a la posibilidad de excluir del patrimonio las acciones de sociedades colombianas y los primeros 319.2 millones de pesos del valor de la casa de habitación, por no mencionar la facilidad para sub-reportar otros componentes de su patrimonio. “Esto ha llevado a que en Colombia este impuesto recaiga, como en el caso del impuesto de renta, principalmente sobre las empresas. Así, se estima que en 2010 el 90 por ciento del recaudo por concepto del impuesto al patrimonio provenía de grandes contribuyentes, el siete por ciento de otro tipo de personas jurídicas y tan sólo el tres por ciento de personas naturales”.


De acuerdo con un informe de Fedesarrollo, si bien durante las dos últimas décadas la productividad del impuesto a la renta y del IVA ha aumentado, ésta continúa siendo baja en comparación con el promedio de América Latina. “Lo anterior se debe a la gran cantidad de exenciones y beneficios tributarios, a la multiplicidad de tarifas y a la elevada elusión y evasión. Todos estos factores reducen la base gravable de los diferentes tributos. En el caso particular del IVA, podemos observar que existen nueve tarifas diferenciales las cuales reducen la tasa promedio efectiva, dificultan su recaudo, facilitan la elusión y, en conjunto, reducen la productividad”, anota el reporte de la entidad, resaltando la necesidad de una reforma estructural.


En Colombia el empleo formal está gravado de manera importante. Se estima que los cargos a la nómina han aumentado de 44.3 por ciento en 1992 a 58.1 hoy en día -salud, 12.5 por ciento; pensiones, 16 por ciento; cesantías, 8.1 por ciento; prima de vacaciones, 4.2 por ciento; prima legal, 8.3 por ciento; Sena, dos por ciento; Icbf, tres por ciento, y aportes a las cajas de compensación familiar, cuatro por ciento.

Credito
BOGOTÁ

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