Colombia tiene capacidad para cubrirse de las turbulencias

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Mientras que Estados Unidos empieza a quitar los estímulos a su economía, China cede en su crecimiento y Europa continúa inestable por la fragilidad de varios países, Colombia tiene herramientas para actuar frente a una nueva amenaza internacional.

La economía internacional continúa convulsa y maltratada. Pese a que en algunos países ya se habla de recuperación, la situación no se observa fácil.

Situaciones como la volatilidad de los mercados financieros, el recorte del estímulo monetario de Estados Unidos y la caída en las importaciones de países como China, son mensajes de alerta para denominados países emergentes por las consecuencias que pueden tener estos hechos.

Es claro que efectivamente lo que ocurre en el mundo, en los países más poderosos, afecta al resto. Por ello, la pregunta que se hacen la mayoría de los analistas es qué tan preparado está el país para soportar la situación internacional.

El consenso es que aunque hoy Colombia está en una situación especial, estable y mejor preparada para estas turbulencias, hay tareas por hacer y acciones a fortalecer para no sucumbir en la tormenta.

Bien, pero con cuidado

Para Asobancaria, por fortuna Colombia tiene muchas ventajas comparativas, que le permiten diferenciarse de otros países emergentes en épocas de incertidumbre en los mercados financieros.

“La primera es su estabilidad política, macroeconómica y financiera. La segunda es la credibilidad de sus políticas monetaria y fiscal, cuya adecuada combinación logró una baja inflación, un crecimiento sostenido y la consolidación fiscal”, anota la entidad.

Sin embargo, admiten los investigadores del gremio que reúne al sector financiero, que el país tiene algunas debilidades que debe mejorar, para convertirlas en otras ventajas comparativas con base en las cuales puede reforzar la confianza en épocas de alta volatilidad financiera.

“Quizá la más urgente sea aumentar su tasa de crecimiento potencial y lograr un patrón de expansión mejor balanceado entre las distintas ramas de la producción. Para obtenerlo, el país debe mejorar su competitividad en pilares como las instituciones, la infraestructura, la educación, la innovación y el progreso tecnológico, que son aquellos en los cuales acumula los rezagos más amplios con las economías más avanzadas”.

También requiere políticas eficaces de transformación productiva para la industria y la agricultura, para que puedan contribuir a las exportaciones con una oferta diversificada, que les sirva para conquistar los mercados externos.

Por último, para reforzar su estabilidad macroeconómica y financiera, debe evitar un mayor déficit en la cuenta corriente y asegurar que en su financiación no ganen protagonismo los flujos de inversión de portafolio.

Por su parte varios analistas del mercado aseguran que efectivamente Colombia tiene una economía mucho más fuerte que le va a permitir tolerar la volatilidad.

“Por supuesto qué impacto habrá, eso no podemos negarlo, pero no es el mismo que sufrirán países como por ejemplo Venezuela. Falta por hacer, pero hay optimismo frente a lo que viene”, indicaron.

Agregó a su vez que acciones como las compra de divisas realizadas por el Banco de la República, permiten generar reservas y tener un colchón en el momento de la tormenta.

Medidas adecuadas

Para Corficolombiana, el Emisor ha sido maduro y consciente de las acciones a tomar previendo una complicada situación internacional.

De acuerdo con la entidad, “la turbulencia de los mercados en países emergentes a comienzos del año podía generar algún endurecimiento de las condiciones financieras a nivel local y riesgos a la baja en su crecimiento económico. Por esta razón, Banrep había destacado varias veces que la recuperación de la economía mundial continuaría, pero con una ligera desaceleración en relación con las previsiones anteriores, y especialmente en el caso de los países emergentes”.

Esa preocupación, indicó, parece que aún persiste, pues en reiteradas ocasiones la Junta Directiva del banco mencionó que la desaceleración de algunas economías emergentes podría acentuarse.

Así las cosas, el Banrep estaba dando señales de que la incertidumbre externa, en un contexto de menores previsiones de crecimiento global y de baja inflación local, podía justificar estabilidad de su tasa de referencia por unos meses más.

Los investigadores de la Facultad de Economía de la Universidad de Antioquia también coinciden en las consecuencias y acciones a tomar. Según un informe esa institución educativa, “la permanente turbulencia internacional también ha creado un ambiente de agitación e incertidumbre, en el cual los actores que mejor comprenden e interpretan las diferentes situaciones son quienes obtienen mayores ganancias”.

Y si bien hoy la economía atraviesa por un buen momento, esto no quiere decir que el próximo Gobierno la tenga fácil. Los retos no solo tienen que ver con mantener y mejorar el actual ritmo de crecimiento, sino que a su vez deberán recuperarse sectores tradicionales de la economía nacional, que son fuentes permanentes de empleo y bienestar para un conjunto importante de colombianos.

A nivel regional

El Fondo Monetario Internacional advirtió lo que viene, pero dejó bien parado al país frente a otras economías de la región.

El organismo le pidió recientemente a Latinoamérica una mayor prudencia fiscal, con ajustes profundos en Venezuela y Argentina, para sortear las turbulencias financieras internacionales.

En su reporte “Perspectivas Económicas para las Américas”, la entidad asegura que “para la región en su conjunto, las perspectivas (de crecimiento económico) permanecen ensombrecidas por riesgos a la baja

A las economías integradas financieramente (Brasil, México, Colombia, Chile, Perú y Uruguay) que tienen finanzas públicas sólidas y bajos déficit de cuenta corriente externa, el Fondo les recomendó una posición fiscal neutral. A las que no, reducir gradualmente sus niveles de deuda.

Para Argentina y Venezuela, el FMI dijo que las perspectivas de expansión son difíciles ante los “importantes desequilibrios macroeconómicos y a políticas distorsivas” que llevaron a estos países a aplicar controles comerciales, de precios y cambiarios.

Credito
REDACCIÓN BOGOTÁ

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