Si usted es de los que le tiene pánico a la odontología, al ruido de la fresa y a la aplicación de la anestesia, la nueva tecnología de procedimientos con láser puede ser su solución.

La visita al odontólogo algunas veces se convierte en una tortura para quienes sienten temor a algunos de los instrumentos que se utilizan de manera tradicional, sin embargo, ahora a través de la odontología láser, ir al odontólogo puede ser una agradable experiencia y sin temor alguno.

El láser odontológico es una nueva tecnología desarrollada específicamente para esta especialidad que permite realizar procedimientos con una mínima invasión sobre los tejidos blandos.

“Ahora los procedimientos odontológicos con este láser son mucho más sencillos, con una gran efectividad y principalmente sin dolor y sin contraindicaciones. Esta nueva tecnología es de gran ayuda porque el láser lo que hace es una evaporación de los tejidos, más no los corta. Es decir, se abren las células y se expanden, pero no se rompen, así que tampoco hay sangrado y por lo tanto la recuperación es mucho más rápida y sin dolor porque los procesos inflamatorios son mínimos”, comentó la odontóloga Olga Janeth Ramírez Ortiz, especialista en Rehabilitación Oral e Implantología.

Así mismo, la anestesia no será necesaria para todos los procedimientos, porque al ser esta tecnología mínimamente invasiva, el dolor disminuye significativamente.

“La mayoría de los procedimientos con el láser de alta potencia no necesitan anestesia porque el contacto con los tejidos de la boca es casi nulo. Esta técnica es muy útil en especialidades como la ortodoncia, endodoncia, cirugía oral y por supuesto en estética dental, con magníficos resultados que superan los procedimientos tradicionales. Con ello podemos decir que la odontología cambió dejando atrás el bisturí y el contacto con la fresa, cuyo sonido además es bastante molesto”, aseguró la doctora Ramírez Ortiz.

Los más beneficiados

Aunque todas las personas se verán muy beneficiadas con esta tecnología, las personas con enfermedades del corazón, pacientes anticoagulados, con tensión alta, con problemas de azúcar, con válvulas cardiacas, marcapasos o desfibriladores, serán los más beneficiados. “Trabajar con este láser no tiene ninguna contraindicación. Con el láser no se tiene que suspender ningún medicamento para quienes deben estar medicados.

Con este procedimiento no hay agujas, no hay ruido, no hay dolor, no hay inflamación, no hay contacto directo sobre el diente, porque se trabaja a través de una luz muy potente”, comentó la doctora Paola Andrea Trujillo, odontóloga especialista en Láser.

La voz del experto

Paola Andrea Trujillo, odontóloga especialista en Láser

 El desarrollo de esta tecnología láser ha hecho que los procedimientos odontológicos sean menos traumáticos y dolorosos, sobre todo en pacientes que requieren tratamiento permanente por problemas del corazón, hipertensión y otros trastornos de salud, ya que no se requiere que suspendan sus medicamentos.

En los pacientes anticoagulados este láser es ideal, ya que se disminuye el riesgo de hemorragias e inflamaciones postquirúrgicas. Por ende, la recuperación es mucho más rápida y menos dolorosa.

Para niños es excelente, ya que el láser es mucho más amigable y no requiere el uso de anestesia en varios procedimientos. Entonces estamos hablando de una odontología sin ansiedad, sin dolor y sin preocupaciones.

En temas estéticos, con el láser podemos hacer recorte de encías, cambiar la apariencia de las encías, alargamiento de los dientes, aclaramientos dentales, es decir, un diseño de sonrisa completo, sin dolor y sin riesgos.

Así mismo, los pacientes que sufren de sensibilidad, con este láser podemos cerrar los túbulos dentinales desde la primera sesión, garantizando resultados inmediatos.

Dato

la acción del láser se concentra en la evaporación de los tejidos. Por esta razón no hay sangrado ni inflamación. Por consiguiente, el tiempo del procedimiento se acorta disminuyendo el riesgo de infección.

Recomendaciones para una buena salud oral

1. La dieta, más importante que el cepillado para prevenir la caries:

Según la especialista en odontología restaurativa Serpil Djemal, del King’s College Hospital de Londres, la dieta tiene un peso más importante que el propio cepillado de los dientes en la prevención de la caries. “Cepillarse los dientes es excelente, es muy importante, pero el factor de la dieta es clave”, dijo.

2. Cuándo comer, es tan importante como qué se come:

Si no ha comido o bebido durante un tiempo, su boca está esencialmente “en reposo” y sus dientes a salvo. Pero justo después de comer se vuelve ácida, creando un ambiente en el que sus dientes empiezan a disolverse. “A la boca le toma unos 40 minutos volver a sus niveles seguros de acidez”, explica el doctor Chris van Tulleken.

El consejo general para el cuidado de los dientes es evitar comer entre horas y comer los dulces después de las comidas.

3. Cómo “comer bien” entre horas:

Pero si no puede resistirse a comer entre horas, Van Tulleken recomienda “beber agua, masticar un chicle sin azúcar o incluso comer un poco de queso”, para ayudar a los dientes a regresar a ese nivel seguro de acidez.

4. Azúcar, el gran enemigo de los dientes:

La frecuencia de exposición al azúcar es clave para el desarrollo de caries.

Van Tulleken recomienda tener cuidado con los alimentos aparentemente inocentes pero que tienen azúcar escondido, como los zumos de fruta, los cereales o algunas comidas precocinadas. “Hay azúcares escondidos en alimentos que nunca se esperaría”, dice el investigador.

Es mejor comer una naranja que beber un zumo de naranja embotellado.

La leche es otro de los alimentos que puede traicionar, particularmente en los niños: si bien su contenido en calcio lo hace recomendable para los dientes, también contiene azúcar.

Algunos niños se quedan dormidos con el biberón en la boca o no se cepillan los dientes después de beber leche y eso también contribuye a la formación de caries.

5. El ácido, otro enemigo:

Si ha consumido una bebida ácida como un zumo o un té de frutas, es mejor beber un vaso de agua después para enjuagar la boca y diluir el ácido.

Pero no es recomendable cepillarse los dientes durante la hora después de tomar una bebida ácida, porque el ácido suaviza el esmalte dental y con el cepillado puede dañar esa capa dental protectora, según explica Van Tulleken.