Manuel Murillo Toro y el orgullo tolimense

TOMADA DE INTERNET-EL NUEVO DÍA
El abogado Hernando Hernández Quintero hizo una remembranza del presidente tolimense Manuel Murillo Toro, que fue recordado el pasado viernes con motivo de la celebración del Día del Tolima.

El pasado 12 de abril, fecha en la que se conmemoró un año más de la creación del Estado Soberano del Tolima, por iniciativa de la Emisora Ecos del Combeima, se rindió un justo homenaje a la memoria del doctor Manuel Murillo Toro, ilustre tolimense que se destacara en el siglo XIX como uno de los forjadores de la instituciones que consolidaron la independencia de Colombia.

Nació el doctor Murillo Toro en el Chaparral de los grandes el primero de enero de 1816. Cursó sus primeros años de educación en el Municipio de Coyaima y su bachillerato en el glorioso Colegio de San Simón, creado por el General Francisco de Paula Santander. Se recibió como abogado del Colegio Mayor del Rosario en 1840.

El ejercicio de la actividad pública la inicia como empleado del Consejo de Estado por recomendación del doctor José Belver, en razón a su buena letra. Luego, en 1837 se desempeñó como Secretario de la Cámara de Representantes. En 1844 se traslada a Panamá donde ofició como Secretario de la Gobernación regentada por don Anselmo Pineda. A su regreso al país es elegido Diputado por las provincias de Mariquita y Santa Marta y entre 1846 y 1849 como Representante a la Cámara. Allí impulsa con ahínco el proyecto de Ley para la libertad de los esclavos que se concreta el 21 de mayo de 1851.

Cuando el General José Hilario López, como Jefe del Partido Democrático alcanza la Presidencia en 1849, llama al doctor Murillo Toro a colaborarle como Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que desempeña por unos pocos meses pues su destacada labor conlleva su designación como Secretario de Hacienda, cartera en la que impulsa progresistas reformas como la libertad industrial; la rebaja de la tarifa aduanera y del proceso de la sal; la reducción de los censos del tesoro y el impuesto único; la descentralización de rentas y gastos, entre otras.  

En 1854 regresa a la Cámara de Representantes elegido por tres provincias. En este período se produce el golpe de estado del General Tolimense José María Obando. El doctor Murillo, según lo relata el doctor Darío Ortiz Vidales, destacado historiador nacido también en tierra tolimense, se convirtió en el adalid de la causa para perdonar a los rebeldes y cubrió la fianza de ocho mil pesos que se impuso al General Melo para obtener la libertad.

Fundada la Federación que tanto defendió, nuestro coterráneo fue nombrado en 1857 como primer Presidente del Estado de Santander. En 1863 se traslada a los Estado Unidos como enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de donde debe regresar para asumir la presidencia de la República para el período 1864-1866 por elección del voto de seis Estados. De esta administración se recuerda, entre muchas ejecutorias, la creación del Diario Oficial por Decreto Ejecutivo 2798-A, del 28 de abril de 1864 en la aspiración de que todos los actos de gobierno sean conocidos por los ciudadanos y la instalación en Colombia del telégrafo, maravilloso invento que, como lo señalara el maestro Darío Echandía, “nos permite transmitir, eliminando, por decirlo así, el espacio y el tiempo, las ideas y expresiones del humano pensar”. 

Al culminar su tarea presidencial, el doctor Murillo Toro fue designado para representar la administración del Presidente Santos Acosta en el cuerpo diplomático de las legaciones de Venezuela y los Estados Unidos. El 1 de febrero de 1868 es seleccionado como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Encontrándose en ejercicio de esta alta dignidad es elegido por segunda vez como Presidente de la República para el período 1872-1874.

En su segunda administración su tarea se centró en superar las dificultades generadas por la enorme deuda externa del país y las crecientes obligaciones internas. Así, la primera se redujo de treinta y cuatro millones de pesos a diez millones de pesos. De otra parte, en ese gobierno se inició el estudio para construir la línea de ferrocarril del norte y se reformaron, por su iniciativa, los Códigos de Comercio, Civil y Penal y se adoptó el Código Judicial. 

Al lado de su actividad política el doctor Murillo Toro ejerció con éxito el periodismo, siendo reconocido como un ferviente luchador por la libertad de expresión, al punto de recibir el enaltecedor calificativo de Rey de la Prensa. Fundó la Gaceta Mercantil de Santa Marta en 1847 y fue editor del Tiempo. Sus artículos se difundieron también en el Neogranadino y el Constitucional.

El ilustre tolimense fallece en Bogotá el 26 de diciembre de 1880 rodeado del respeto de todos los colombianos y con el merecido reconocimiento de haber sido el padre del Olimpo Radical y el defensor a ultranza de las ideas libertarias.

Celebramos con regocijo al homenaje que en buena hora se tributó en nuestra tierra a tan excepcional ser humano e invitamos a continuar exaltando la vida de los ciudadanos que le sirvieron bien y a tiempo al Tolima y a Colombia.

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