Difícilmente puede pensarse que tenga pronta resolución el debate sobre el daño o beneficio, o mejor, sobre la relación que hay entre factores positivos y negativos en el uso de videojuegos para los menores.

Unas y otras posiciones se expresan permanentemente y provocan más confusión que claridad en un debate en el que fácilmente se expresan las posiciones más radicales, como la de que los videojuegos potencian ciertas capacidades de los menores, hasta la idea de que pueden ser causante de matanzas.

Juegos saludables

Recientes investigaciones han afirmado que efectivamente los videojuegos contribuyen en el mejoramiento de los ritmos de aprendizaje y otros aspectos sociales, aunque, dicha sea la verdad, tales estudios los han hecho quienes al mismo tiempo son creadores de esta forma de entretenimiento.

La idea es que sobre la base de que los videojuegos, sin duda, logran altísimos niveles de concentración en quien los está utilizando, pueden servir como un vehículo muy eficiente a la hora de pensar en inculcar ideas y conductas constructivas en el pequeño.

Seguir una dieta saludable, acercándolo al consumo de alimentos que normalmente no son sus preferidos, o darle mensajes de solidaridad para que se comporte de tal manera con quienes pueden necesitar de su ayuda en cualquier momento o ser más solidario con el medio ambiente, por ejemplo, podrían ser objetivos alcanzables mediante el uso de ciertos videojuegos.

Posiciones irreconciliables

Pero, como lo dijimos, no todas las personas están de acuerdo con estas ideas y la verdad parece ser que la mayoría de las personas son las que piensan distinto y particularmente sostienen que existe una relación directa entre el uso de videojuegos agresivos y las conductas violentas de las personas.

El debate no es de poca monta y, de hecho, ha llegado hasta altas esferas del gobierno de los Estados Unidos, como el mismo vicepresidente Joe Biden quien, preocupado por la masacre de la escuela Sandy Hook en la que un hombre mató a balazos a 20 niños y seis adultos antes de suicidarse, llamó a una reunión en la Casa Blanca para pedir que se investigue este asunto.

Las corrientes en favor de la idea de que los videojuegos violentos pueden estimular conductas violentas de los individuos, en especial niños y adolescentes, no tiene necesariamente que llegar al punto de ser un pistolero que cause una masacre, sino que simplemente fomente respuestas indebidas en el desempeño cotidiano de las personas, lo que parece tener un nutrido sustento.

Impacto puede ser positivo

Sin embargo, existen investigadores que sostienen que esto no es así, como es el caso de Jason Allaire de la Universidad estatal de Carolina del Norte, quien sostiene que “Los videojuegos pueden tener un impacto positivo, especialmente en las funciones psicológicas” de las personas.

Allaire dirigió un estudio reciente que concluyó que los adultos mayores que jugaban videojuegos mostraban mayores niveles de bienestar emocional que los no jugadores y aunque reconoce que la investigación no logró establecer una concluyente respuesta sobre la relación entre videojuego y comportamiento humano, se mostró confiado en que los próximos estudios científicos podrán demostrarlo.