¿Cómo proteger la información en los discos duros externos?

Debido a la creciente demanda de capacidad de almacenamiento para resguardar nuestra información y, a su vez, la necesidad de acceder a ella de forma inmediata, muchos utilizamos discos duros externos.

Obtener una gran velocidad de conexión a Internet aún sigue siendo un desafío a la hora de optar por “mudarnos” completamente a la utilización de la nube, lo que convierte al disco duro externo en una de nuestras elecciones para trasladar, resguardar y compartir nuestros archivos laborales y personales.

La capacidad, portabilidad y velocidad de transferencias, sin duda, son puntos por destacar de estos dispositivos. Aunque existe un aspecto desfavorable cuando estos no son utilizados de forma segura: pérdida o robo de información. Es aquí donde todos nos alertamos, ante la posibilidad de perder toda nuestra información con el daño físico del dispositivo, su extravío o, incluso, el robo del mismo. Seguramente ya hemos experimentado pérdidas de información en el pasado, que nos llevaron a tomar como hábito hacer copias de seguridad (backup) de nuestros archivos. Pero si el disco duro externo cae en manos malintencionadas, nuestra información personal y profesional estará en riesgo. Óscar Aguilar, gerente Regional de Ventas de Branded Storage Division, nos da las siguientes recomendaciones para disminuir las posibilidades de sufrir pérdida de información o el robo de nuestros archivos.

Daño físico

El daño físico en un disco ocurre principalmente por caídas y/o golpes durante el traslado o utilización del mismo. Si bien la aparición de discos de estado sólido (SSD) ha disminuido el número de daños físicos, estos no son indestructibles.

El traslado del dispositivo debe realizarse en su estuche original, dentro de un bolso o maleta en el compartimiento más pequeño que quepa, para evitar vibraciones y golpes. Durante la utilización del disco externo, este debe estar apoyado en una superficie estable, sin riesgo de caídas o vibraciones extremas. Evitar zonas de emisiones magnéticas (por ejemplo, transformadores de tensión, parlantes, etc.).
 

Robo o extravío

Siempre es una buena práctica agregar una etiqueta con un mail de contacto sobre el dispositivo, dado que de extraviarlo, la persona que lo encuentre puede contactarse con el dueño. Si lamentablemente no es encontrado, no es devuelto, o sufrimos el robo de nuestro disco duro externo, entonces lo importante es evitar que se acceda a nuestra información. Para esto, se debe encriptar el dispositivo, de forma que el acceso se logre solo a través de una contraseña cifrada.

Si bien hay dispositivos encriptados por hardware, esta característica es más costosa respecto a los discos duros externos habituales. Para estos últimos existen software que encriptan la unidad y su información, de forma que a ella se acceden sólo introduciendo la clave determinada durante la configuración. Entre los programas más conocidos para encriptar información, se pueden encontrar: BitLocker, SafeHouse Free, USB Safeguard Free y StorageCrypt.

Siguiendo estas recomendaciones protegeremos nuestro disco de posibles daños físicos, como también de pérdidas de información, e incluso colocaremos un fuerte escudo para evitar que usuarios malintencionados puedan acceder a nuestro disco duro externo y con él a nuestras fotografías, información laboral y, posiblemente, algunas contraseñas que hemos guardado para no olvidarlas.

Copias de seguridad

Al tratarse de un dispositivo portátil, este puede sufrir algún daño, extravío o robo, y con él perderse toda nuestra información. Realizar copias de seguridad (backup) de nuestro disco es la mejor alternativa para evitarlo. Existen software específicos para esta tarea (inclusive el fabricante en algunos casos lo provee).

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EL NUEVO DÍA

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