La emergencia les quitó el sueño a los habitantes del sector del Cañón del Combeima ante el torrencial aguacero, que aumentó el caudal del río y arrastró material desde las quebradas que lo alimentan, generando zozobra por los fuertes deslizamientos y la caída de rocas gigantes.

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La situación causó inundaciones en algunas viviendas de Pastales y  dejó incomunicados a los habitantes de Juntas; debido al deslizamiento en la quebrada Bella Vista de Villa Restrepo, la cual, desprendió una gran cantidad de material y obstaculizó la vía que une a los corregimientos.

Ante la situación, el Cuerpo de Bomberos hizo presencia en el lugar en la madrugada, pero debido a la caída de material en la vía no pudieron avanzar más allá de Puerto Perú. 

“A primera hora retomamos actividades junto a la Secretaría de Desarrollo Rural y despejamos la vía”, aseguró a El Nuevo Día Humberto Orejuela, director municipal de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, GPAD.

Indicó que hay vía en todo el Cañón hasta Villa Restrepo, donde se encuentra el punto neurálgico de las afectaciones. “En la quebrada Bella Vista tenemos un derrumbe de grandes proporciones de casi 4 mil metros de material rocoso que se desprendió y lo estamos ya tratando de evacuar, pero es una situación que se puede demorar”, señaló.

Frente a las afectaciones, no se presentaron heridos, pero sí se inundaron cuatro viviendas, señaló que ya están realizando las evaluaciones correspondientes para determinar la ayuda que se le brindarán a las familias.

Por otro lado, el secretario de Desarrollo Rural, Daniel Jaramillo, nos contó sobre el trabajo de la maquinaria amarilla en el sector. “En el corredor de Villa Restrepo a Juntas hay unas rocas bastantes grandes, ya lo pusimos en conocimiento del secretario de Gobierno y él va a solicitar el apoyo del Ejército Nacional porque las maquinarias de nosotros no las van a poder mover”.

Y agregó que, “se va a requerir una maquinaria más grande, una retroexcavadora de oruga o que el Ejército las dinamite para poderlas movilizar”.

Para despejar la vía, ambos funcionarios concuerdan que se tomará entre 2 a 3 días, debido a la gran cantidad de material desprendido, además por el tamaño enorme de las rocas, que necesitaran un trabajo adicional para removerlas. 

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Entre tanto, la directora del Ibal Erika Palma Huertas, indicó que durante el día el servicio de agua se restableció para la ciudad. La bocatoma Cay y Chembe están en completa operatividad, mientras que la del río Combeima está sobre el 50% de su funcionamiento.

"Con nuestro personal no hemos parado. Desde anoche estamos trabajando, aquí el compromiso es 24/7; por eso, ya podemos informar que paulatinamente los distritos hidráulicos se están abriendo para garantizar en los hogares el suministro de agua potable", aseguró la directora.

Desmintió que haya desabastecimiento, pues la ciudad cuenta con monitoreo de alertas tempranas en las quebradas para actuar de forma inmediata, como sucedió en esta emergencia.  

Los habitantes

Por otro lado, las afectaciones directas sobre los campesinos se mantienen en tanto no se despeje la vía. El turismo, uno de los principales motores económicos del sector, se vería afectado por el cierre para los vehículos.

De mantenerse la situación, este fin de semana es posible que la cantidad de visitantes de la zona disminuya. Así, si continúan las lluvias debido al riesgo de otro desbordamiento de las quebradas que alimentan el río Combeima. 

Se esperan las medidas de las autoridades municipales que ayuden a sortear el impacto económico, que se provocaría de continuar la crisis por la ola invernal en el Cañón del Combeima.  

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