En firme va proceso por tortura,contra uniformado (r) de la Policía

VANGUARDIA - EL NUEVO DÍA
Un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá dejó en firme la resolución de acusación proferida por un fiscal de Derechos Humanos y DIH en contra de Luis Gonzaga Enciso Barón, coronel (r) de la Policía, por su presuntas tortura y privación ilegal de la libertad.

La tortura y la presunta privación ilegal de la libertad que sufrió Wilson Gutiérrez Soler hace 17 años por parte de un oficial de la Policía toma un nuevo rumbo, teniendo en cuenta que existe un proceso que podría esclarecer los hechos por los que en 2005, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano.

En la determinación del alto tribunal no se encontró al responsable de los sucesos que dañaron la dignidad -como hombre- de Gutiérrez Soler, pero sí se ordenó a la Nación para que encontrara el culpable de los abusos cometidos con la víctima en mención. En esta labor está, precisamente, la Fiscalía 53 Especializada de Derechos Humanos.


Por los hechos es hoy investigado el coronel (r) de la Policía Luis Gonzaga Enciso Barón, hechos que se remontan al 24 de agosto de 1994, cuando Gutiérrez Soler fue capturado por la Policía en un establecimiento comercial de la capital del país y acusado de extorsión. Quien habría efectuado la detención sería el cuestionado oficial.


Hechos
En sus múltiples declaraciones ante las autoridades, la víctima narró los vejámenes a los que fue sometido supuestamente por Enciso Barón.

Gutiérrez Soler manifestó que él tenía en su poder algunos documentos que comprometían en acciones ilegales al dueño de una empresa y que este lo citó en una cafetería del Centro de Bogotá para que hablaran. Estando en el lugar, un integrante de la Policía lo capturó. Lo trasladaron, según él, a las instalaciones de Unidad Antisecuestros y Extorsión, Unase, en donde luego fue torturado.


Estando en este lugar fue esposado a un tanque de agua, con unos fósforos que cargaba en un bolsillo de su pantalón le quemaron sus órganos genitales, le introdujeron el palo de un recogedor de basura en el ano y el recto. Wilson terminó por aceptar ante las autoridades el delito de extorsión del que lo acusaba el Gerente de la empresa.


Quien habría cometido los actos salvajes contra el afectado sería el exuniformado, hoy procesado por los delitos de tortura y privación ilegal de la libertad. En ese lugar también habría estado Ricardo Dalel Barón, quien para la fecha de los hechos ya era coronel (r) y aparentemente amigo o familiar de Enciso Barón y quien, además, era el dueño del almacén del que Gutiérrez Soler poseería información comprometedora.


Luego de que la víctima aceptó decir que era culpable de la extorsión que se le acusaba, este logró hablar con los delegados de la Procuraduría a quienes contó lo sucedido, logrando así ser valorado por Medicina Legal, donde se constató las lesiones sufridas en su zona genital.


Pese a todo, Wilson fue a parar a la cárcel, pero en 2006 un juzgado de Bogotá lo dejó libre de toda culpa.


Ello le permitió luchar hasta que su proceso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues Enciso Barón, quien fue procesado inicialmente por la justicia Penal Militar, había sido declarado inocente.


Luego de la sentencia del alto tribunal el proceso fue reabierto en el 2011 y el coronel acusado de cometer los abuso en contra de Wilson cobijado con medida de aseguramiento.


Por su parte, el principal argumento de la defensa del oficial causado es que Gutiérrez Soler se causó los daños en su zona genital él mismo, con unos cigarrillos y fósforos que le fueron entregados por los procuradores que los visitaron en su lugar de detención.


Durante la diligencia que se llevó a cabo en días recientes en el juzgado Séptimo Especializado de Bogotá, se dio inicio a la audiencia preparatoria, que se desarrolla antes del juicio que se adelantará contra el oficial acusado.

Credito
COLPRENSA

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