Ibagué, una nota de ciudad

Alfonso Reyes Alvarado

Ibagué cumple 471 años. Estas son ocasiones propicias para conmemorar lo alcanzado a través de los años o hacer un diagnóstico de los principales problemas de la ciudad. Pero también lo es para visualizar su futuro desde una perspectiva esperanzadora y agradecer a quienes han impulsado y sostenido varios de sus proyectos más emblemáticos en el ámbito cultural.
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Ibagué sigue siendo reconocida principalmente como ciudad musical. El Festival Nacional de Música Colombiana se ha consolidado en sus 35 años de existencia. En su más reciente versión, el número de personas que disfrutó de las presentaciones alcanzó un récord histórico, pues los principales eventos fueron transmitidos por redes sociales y por el canal 13, que registró su mayor índice de audiencia nacional.

Se reportaron decenas de mensajes de tolimenses en el mundo que agradecieron esta versión digital; es un legado de la pandemia que persistirá. También vale la pena destacar el hermoso homenaje de la Fundación a los cumpleaños de Ibagué la semana pasada, todo un derroche de talento musical.

Aunque aún falta por ajustar varios escenarios, también hay que destacar la reestructuración del Conservatorio del Tolima, especialmente la sala Alberto Castilla, que reanudó sus conciertos semanales. El semestre pasado se inició el programa de luteria en la que jóvenes de diferentes departamentos están aprendiendo el arte de la construcción de instrumentos de cuerda. También se instaló una sala de producción musical con una tecnología que tienen pocas ciudades en Colombia.

Recientemente también se realizó nuevamente el Ibagué Festival. Fue un maravilloso portafolio de una exquisita variedad de géneros de alta calidad interpretativa que incluso se llevó a varios municipios del Departamento. Así mismo, en días pasados se realizó el seminario “Música y transformación social” con excelentes conferencistas de talla internacional.

En otros géneros vale la pena destacar el Ibagué, ciudad rock, el segundo de su clase más antiguo de Colombia que cumple 20 años de la mano de su creador, Juan Carlo Otavo. En otros ámbitos de la cultura se destacan las exposiciones del Museo de Arte del Tolima y el proyecto del musicamino que sigue su curso para conectar los principales espacios culturales que ofrece la ciudad.

Todo esto ha llevado a que la postulación de Ibagué como ciudad creativa para el reconocimiento de la Unesco vaya por buen camino, esperamos que pronto se haga realidad este reconocimiento.

Son muchas las personas que comparten esta visión esperanzadora de ciudad musical. Entre ellas vale la pena mencionar a Greis Cifuentes, actual secretaria de cultura; Alfonso Gómez quien ha estado tras bambalinas apoyando a la Fundación Musical desde sus comienzos y a Doris Morera su directora de siempre; a Armando y Mateo Vegalara quienes, con poco ánimo de figurar, han estado detrás de los más recientes proyectos de impacto nacional; al maestro Darío Ortiz, gran mecenas del MAT y a Margareth Bonilla su directora; al maestro César Zambrano, por sus múltiples aportes a eventos de gran envergadura como el concurso internacional de violín; a Jamez Fernández, quien desde la dirección del Conservatorio ha gestionado su renacer; y a otras muchas personas que el reducido espacio de esta columna me impide mencionar.

A todos ellos(as) debemos agradecer por su esfuerzo permanente por hacer de Ibagué una nota de ciudad.  

 

ALFONSO REYES ALVARADO

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