El Tolima, su Tolima, nuestro Tolima

Como señalara en artículo anterior respecto al país, el Tolima igual es una histórica totalidad geoespacial del territorio colombiano, región concreta que, hasta hoy, no ha tenido la suerte de que sus pobladores, originarios y acogidos y con ellos sus líderes sociales, económicos y políticos, como sujetos conscientes, empoderados y actuantes, lo reconozcan como espacio objeto de desarrollo a construir a partir de su propio sentido histórico y no como territorio receptor, generalmente para mal, del viejo modelo centralista de país que se resiste a morir.

EL PAÍS, SU PAÍS, NUESTRO PAÍS

En otro artículo espero escribir sobre “el Tolima, su Tolima, nuestro Tolima”, pues la totalidad geopolítica nacional está compuesta por partes (regiones) que deben abstraerse para definir la responsabilidad del liderazgo concreto para construir progreso en una sociedad concreta.

Una noria, no un camino

Compartiéndolas y generalmente sin compartirlas, parto del respeto por las distintas formas de entender la cotidianidad tolimense y por el generalizado escepticismo por cuanto ocurre, pues solo respetando talantes, a mi juicio acertados o desacertados, pero siempre honestos, puedo expresar que mi percepción sobre esa cotidianidad señala que la vida tolimense gira como una vieja noria, donde cada nuevo día es copia degradada del ayer, pues salvo visiones miopes de futuro, no existe un camino que nos permita creer que el hoy es una jornada más hacia un destino imaginado.

Economía popular vs. Ortodoxia económica (II)

Explico el capitalismo popular recordando haber propuesto una reforma estatutaria del IBAL para que, partiendo de la premisa de que el agua es heredad de los ibaguereños, los usuarios adquirieran acciones, pagaderas en la factura.

Economía popular Vs. Ortodoxia económica (I)

La economía es ciencia relativa, flexible y diría que moldeable por el intelecto y la voluntad de quienes controlan sus variables y ello puede demostrarse con el cúmulo de documentales que enseñan cómo los países ciertamente progresistas, utilizaron y protegieron sus recursos naturales y estratégicos, impulsaron y privilegiaron su talento y desarrollaron y aplicaron las ciencias sociales y las tecnologías para convertirse en potencias económicas y en ejemplo de equidad social, modernidad y calidad de vida.

Partido unitario o país de regiones

En Colombia el gobierno del cambio debe pervivir por muchas décadas, pues, así como por muchas décadas el excluyente poder plutocrático, valido de la política centralista y perversa, amalgamó la desigualdad social más oprobiosa del mundo, el abandono de las regiones y el atraso en general, nadie esperará que en cuatro años esa inicua tendencia se revierta y surja un país con equidad social e inclusión económica.

Infujo olímpico (II)

Sustento la propuesta de la “olimpiada regional”, sugiriendo que los deportes admisibles en este certamen sean los usualmente practicados en la región y a los cuales podrían agregarse otros juegos autóctonos no aceptados en justas deportivas nacionales y mundiales.

Influjo olímpico (I)

Fiel a mi talante propositivo, explícito o tácito, plantearé una propuesta al aire, lugar adonde suele ir toda idea que no encuadre como lugar común en la estrecha visión de la complejidad social, económica y política que estilan casi todos nuestros “líderes” y, como prefacio, debo admitir que el rol de la juventud es crucial para superar las injustas realidades sociales, pero igual debo acusar la ladina retórica del cambio generacional para lograr el cambio tolimense, pues esa retórica, en vez de señalarle grandes horizontes, avejenta a la juventud por partir de un aberrado sentido político que muestra, como modelo de buen político, al egocéntrico, caudillista y abusador del erario.

Precisiones

En un pequeño grupo de reflexión que con indisciplinada frecuencia dedica algún tiempo al examen de la cotidianidad tolimense, mi anterior artículo, “La Grande, La Histórica”, originó animada charla y por sugerencia me comprometí a precisar y ampliar enfoques allí emitidos.