El Ministro y la vacuna

Darío Ortiz

El muy lamentable fallecimiento del ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo se suma a la dramática y larga lista de personas que han fallecido producto del Covid-19, enfermedad que no respeta ideología, ni condición social o económica; y la partida de un político de su talla, y pieza invaluable para su partido Centro Democrático y para el gobierno nacional, es un amargo recordatorio del pésimo balance de la administración Duque al frente de la pandemia.
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Colombia, que en el mundo ocupa el puesto 28 en población y el 138 en densidad, hace meses está entre los 12 primeros países por número de contagios y muertes por un virus social, que al momento de escribir estas líneas pasaba de 52 mil fallecimientos en cifras oficiales y sin que se tenga certeza de varios miles de muertos más. La discusión sobre si el Gobierno del presidente Duque ha tomado las medidas adecuadas ante esta situación a casi un año de la pandemia, hoy se contrastan contra las cifras que entrega el mismo gobierno, no solo en contagiados y fallecidos, sino también en ese 10% de microempresas que se han declarado en quiebra por el Covid, los millones de desempleados, la contracción general de la economía y, ahora, el componente nuevo de que aún no comienza en Colombia la vacunación. 

Si las vacunas hubieran llegado hace un mes como sucedió en otros países de América Latina quizás hoy no lamentaríamos la muerte de un precandidato presidencial como el ministro Holmes Trujillo.  Argentina, Chile, Brasil, México y países pequeños como Paraguay, Ecuador, Costa Rica y Panamá entre otros, ya comenzaron la vacunación que en el mundo suma más de 50 millones de dosis aplicadas.

Así que mientras que el planeta cabalga con paso firme en sus planes de vacunación, haciendo públicas cifras que incluyen fechas de entrega, costo de cada dosis, volúmenes adquiridos y demás, aquí tras un velo de misterio, nos toca conformarnos con que el Presidente anuncie en diciembre que la vacunación iniciaría entre enero y febrero y que el ministro de salud insista que las vacunas del programa Covax comienzan en febrero, mientras que Clarisa Etiene la directora de la Organización Panamericana de la Salud afirma que las vacunas de Covax se entregarán en marzo. En marzo, cuando se aspira que en el mundo ya se hayan puesto más de 150 millones de dosis. Al promedio actual, más de 300 fallecidos diarios, para esa fecha, tendremos otros 10 mil muertos que se adicionarían a los miles que hemos tenido desde que comenzaron a llegar vacunas a América Latina en diciembre pasado. 

Anuncia además el Gobierno 35 millones de vacunas cuando nuestra población supera los 50 millones, mala suerte para los que no les alcance, mientras que otros países tienen cifras contratadas superiores a su población, como el caso mexicano con 140 millones de habitantes que tiene contratadas 210 millones de vacunas incluyendo en ellas las de Pfizer, AstraZeneca y 60 millones de las vacunas de China y Rusia, de las que el fundamentalismo colombiano no permite ni mencionarlas por su nombre así tengan más porcentaje de efectividad que AstraZeneca o no necesiten la supercongelación y valgan mucho menos que la de Pfizer. Los gobiernos son buenos o malos por los resultados que tienen en medio de las crisis y este claramente se está rajando. Las pandemias no se solucionan con polarización, cortinas de humo, ni programas de televisión; y desde el momento que existen las vacunas paulatinamente las muertes dejan de ser culpa de la enfermedad y pasar a ser víctimas del mal gobierno.

DARÍO ORTIZ

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