Torre de descontrol: nuevo capítulo

Esta semana se escribió un nuevo capítulo en la historia de la torre de “descontrol” del aeropuerto ElDorado de Bogotá. Desde el año pasado, hemos preguntando por qué si la nueva torre de control será similar a la propuesta en el 2010, su construcción le costará a los colombianos más del doble de dinero y un gran retraso en los tiempos de entrega previstos.

Ahora el nuevo capítulo lo abre la Contraloría General de la Nación que tampoco ha encontrado respuestas a las mismas preguntas, por lo que ha decidido imputar cargos de responsabilidad fiscal contra el Director de la Aeronáutica Civil Santiago Castro por la contratación de la construcción de la torre de control con la firma INECO, por un valor total de 44.925 millones de pesos, cifra mucho mayor a la que propuso la firma OPAIN S.A de 20.123 millones de pesos.

Hagamos memoria sobre este asunto. En el año  2001 se le recomendó a la Aeronáutica Civil construir una torre de control, torre que  acordó construir a través del concesionario OPAIN en el año 2010. Sin embargo, y por razones que aún desconocemos, la Aeronáutica decidió suspender las obras y volverlas a contratar con una firma española por un monto superior. 

Aunque su director ha dicho que aquello fue una decisión responsable, aún quedan dudas sobre por qué se volvieron a contratar los diseños de la torre de control si ya estaban hechos? Por qué en el cronograma de obras se dejó para el final esta construcción que es el edificio más importante de cualquier aeropuerto? 

Qué medidas se tomaron para cuidar los recursos públicos en esta decisión? Cuál fue el criterio de las nuevas obras: que fueran útiles o estéticas? Por qué la nueva obra nos va a costar a todos más del doble que la inicial? Se tuvo en cuenta el costo de una probable demanda de parte de OPAIN?

Aunque Santiago Castro parece siempre tener respuesta para todo y todos estamos equivocados y desinformados según él, insistimos en preguntar sobre este presunto detrimento de más de 23 mil millones de pesos.  La Contraloría ya ha calificado como negligente la conducta del Director de la Aerocivil. Esta vez señor Director esperamos respuestas claras y no sofismas.

Credito
JUAN MANUEL GALÁN P. Senador

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