O sole mio

El presidente Petro se retiró unos días a descansar a Italia de su extenuante campaña presidencial; una gesta que corona 45 años de luchas políticas y sociales narradas con no poco realismo mágico en su libro “Una vida, muchas vidas”. El texto nos recuerda que ha sido miliciano, concejal, guerrillero, padre de cinco hijos en tres compañeras sentimentales, preso político, diplomático, representante, senador, alcalde y hoy escala la cumbre más alta al ser elegido primer mandatario de los colombianos.

¡Que denuncien!

La Declaración Universal de los Derechos Humanos reza: “Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de equidad, a las funciones públicas de su país”.

Piratas y corsarios

Siempre han sido turbulentas las aguas que bordean cayos, arrecifes e islotes del conflictivo archipiélago que habita la izquierda colombiana.

Quítate tu pa’ ponerme yo

Álvaro Gómez se lamentaba diciendo que Colombia era un país conservador que votaba liberal.

Educando a papá

El valet de magnates y tecnócratas en torno a los candidatos anti-régimen que pasaron a la segunda vuelta, está de alquilar balcón. Me recuerda la tira cómica de Pancho y Ramona; esa familia de clase media que se gana la lotería, y sus vanos intentos para instruirse en costumbres más aristocráticas y distinguidas.

“Yo soy el único que importa”

Perplejo quedé con la declaración en la que Juan Manuel Galán, director del Nuevo Liberalismo, adhirió a Rodolfo Hernández: “La razón de ser histórica de nuestro proyecto político ha sido, es y será el combate a la corrupción, el clientelismo y la defensa de las libertades democráticas institucionales”.

Del buen salvaje

El mito es antiguo y consiste en la creencia de que los hombres nacen buenos y la sociedad los corrompe. Que en su estado primitivo todas las sociedades fueron virtuosas, confiables y ha sido el proceso civilizador el que las contaminó.

Jugando con fuego

La narrativa de fraude electoral pregonada por Uribe y Pastrana recuerda las invectivas de Laureano Gómez, en 1947, cuando afirmaba que los liberales sólo podrían acceder a los cargos de elección popular por medio de la falsificación de cédulas.

Los huevos del gallo

Los banqueros, como las suegras, tenemos la maña de no tragar entero. Ponemos en duda los documentos que nos presentan. Somos escépticos frente a informes e indicadores financieros, pues por experiencia sabemos que el papel lo aguanta todo.

Cebando al lobo

En la columna anterior me referí a la desidia del Estado con nuestra seguridad. Acaba de ser corroborada mi afirmación con el sangriento paro armado del Clan del Golfo, que deja un saldo de trece homicidios, 174 vehículos quemados, 200 municipios bloqueados con escuelas y comercios cerrados. Dicha Bacrim recogió a los rebeldes de la Ley 975 de 2005, más conocida como de “Justicia y Paz”, con la que Uribe pretendió desmovilizar a los paramilitares. Desde entonces no han parado de crecer bajo diversos motes: Clan Úsuga, Los Urabeños, Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Sobrevivieron a la extradición de los hermanos Daniel (Don Mario) y Freddy Rendón Herrera (El Alemán), y por lo que comentaremos más adelante, quizá también lo hagan a la extradición de Juan de Dios y Dairo Antonio Úsuga.